FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO 05/11/13
· En 2009, el hermano de un miembro de ETA fue declarado persona ‘non grata’ por el Ayuntamiento de Getxo después de que hubiera amenazado de muerte a la portavoz del PP en el Consistorio. Esa declaración ha sido la excepción, ya que lo que han abundado han sido expresiones municipales de reconocimiento a miembros de ETA. El que fuera dirigente de la banda Txomin Iturbe está declarado hijo predilecto de su localidad natal, Mondragón, mientras otros etarras como Hodei Galarraga o Inaxia Zeberio gozan del mismo título en Zaldibi o Zeberio, respectivamente. Y no son, ni mucho menos, los únicos.
Tantos afectos municipales hacia los etarras que pueblan las actas de sesiones de los ayuntamientos vascos tienen su contrapunto en la desafección mostrada hacia militantes de partidos democráticos. El exministro de Asuntos Exteriores con la UCD, Marcelino Oreja, arrastró el baldón de ser declarado persona ‘non grata’ por la Diputación guipuzcoana desde el 30 de junio de 1982 hasta abril de 2007 en que le fue retirado el sambenito.
El PP ha provocado en los últimos días una polémica al pretender que el Ayuntamiento de Portugalete declarara persona ‘non grata’ a un miembro de ETA que acaba de salir de prisión. El único precedente de una iniciativa de este tipo se produjo en 2008 cuando los populares reclamaron al Ayuntamiento de San Sebastián una declaración similar contra el también miembro de ETA Iñaki de Juana Chaos.
Cabe preguntarse por la idoneidad de una iniciativa que no ha salido adelante y que ha dejado como resultado principal un innecesario intercambio de reproches entre socialistas y populares. Resulta especialmente inoportuno y fuera de lugar que las acusaciones se planteen, precisamente, en Portugalete, cuyo ayuntamiento, presidido por un alcalde socialista, Mikel Cabieces, fue de los primeros, si no el primero, en realizar de forma regular homenajes públicos a las víctimas del terrorismo, homenajes personalizados con nombre y apellidos de cada víctima. Un ayuntamiento que erigió, además, un monumento dedicado a todas las víctimas.
Todos los años salen de la cárcel decenas de etarras cuando los jueces establecen que han terminado de cumplir sus penas. Algunos de ellos han cumplido condenas por graves delitos, tan graves como los excarcelados en los últimos días. Sin embargo, nunca antes se había planteado declarar personas ‘non gratas’ a esos reclusos. Sólo la ola de indignación emocional que ha provocado la sentencia sobre la ‘doctrina Parot’ explica que ahora se planteen iniciativas tan polémicas como estas, iniciativas cuya idoneidad convendría revisar con la cabeza fría.