- Si la política les parece tan judicializada a las partidas del Frente Popular es porque un número importante de políticos se han entregado al crimen
La justificación del autogolpe que el Frente Popular parece preferir, aquella que el ecosistema mediático del PSOE deja caer como una lluvia fina, es la patraña de la «desjudicialización de la política». La izquierda, entregada al wokismo, ya no solo se cree superior moralmente, convicción que daba un cierto alipori: ahora también está convencida de su ventaja intelectual. Aquí nos sacudimos el alipori y nos arrancamos por sonoras carcajadas. No hay que burlarse de la ignorancia… salvo que venga revestida de injustificada suficiencia y de desprecio al conocimiento. Entonces desternillarse del lerdo es lícito.
Por eso me lo paso en grande cuando oigo a esos loritos con ínfulas soltar lo de la desjudicialización de la política, así sin más, sin ulterior desarrollo del concepto, como si fuera autoexplicativo. A ver, gañanes, tomad nota. Cuando el orden penal se ocupa de políticos, ya no estamos en el ámbito de la política. Hemos salido de él y estamos en el ámbito de lo judicial. La profesión o cargo del justiciable resulta del todo indiferente. Con la cantinela de acabar con la judicialización de la política, lo que en realidad se pretende es impunidad para los políticos. Y eso está reñido con la democracia, con la Constitución y con la decencia.
Si la política les parece tan judicializada a las partidas del Frente Popular es porque un número importante de políticos se han entregado al crimen. Mejor despoliticen la Justicia y regresen a la civilización y a la democracia liberal, separatistas farsantes que incurrieron en graves delitos cuando su golpe de Estado, socialistas mangantes que pillaron el dinero de los parados andaluces batiendo un récord de corrupción que se presentaba francamente difícil dado el país y dado el partido. Pero lo lograron. Ahora tienen al fiscal mirando de arreglarle el tema a Chaves. Pero al grano. Si la tesis de la bondad de «desjudicializar la política» fuera correcta, entonces no habría manera de negar lo que sigue.
Coinciden en tres meses varios accidentes de aviación. Dejémonos de investigaciones: que si el deterioro del aparato, que si fallos humanos, que si falta de mantenimiento… Se está judicializando el tráfico aéreo y eso no es bueno para nadie. La gente va a perder el respeto a la aviación, a las líneas aéreas, a los pilotos, a los constructores… La aviación no es esto, ¡desjudicialicemos la aviación!
Parece que varios médicos de tal red de hospitales estaban metidos en el tráfico de órganos. Como esos negocios se tocan, tenían acceso a cocaína y se ponían hasta arriba a la hora de operar. Tanta imprudencia arrojó como resultado todo tipo de aberraciones médicas: amputaciones de la pierna que no era, cambios de sexo en intervenciones de próstata y un trasplante de cabeza, o de cuerpo, que es lo mismo. Lamentablemente, la intromisión de los jueces provocó un trastorno en el funcionamiento de dicha red de hospitales, los pacientes huyeron y las operaciones se suspendieron porque los cirujanos estaban en el trullo. Basta ya. ¡Desjudicialicemos la sanidad!