Alejandro Espinosa Solana-El Debate
  • Un tercio de las violaciones con penetración en 2023 (32’8%) tuvo lugar en Cataluña, cuyas cuatro provincias siguieron liderando los delitos de agresión sexual durante 2024. El 91% de los condenados por violaciones en esa comunidad son extranjeros

Acallamiento, cancelación y auto-censura.

Desde que Karla Sofía Gascón había sido nominada al óscar como mejor actriz, todo eran parabienes: se la rifaban en programas televisivos, presentaciones y saraos. Fue una periodista canadiense musulmana, Sarah Hagi, quien descubrió algunos antiguos comentarios suyos en redes sobre la excesiva cantidad de ‘moros’ en España, y su condena al burka o niqab. «No nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca la libertad del individuo».

Seguramente la actriz pensaba lo mismo que muchos ciudadanos europeos de nuestros nuevos conciudadanos musulmanes. Su progresiva ocupación y la imposición de sus costumbres, muchas veces contrarias a nuestras leyes y valores. Su idea de la mujer, los homosexuales, los judíos y otras minorías. Sus eternas demandas y perenne insatisfacción allí donde voluntariamente llegan. Su marginalidad y segregación del resto de las sociedades occidentales a las que después acusan de discriminarles. Su uso extensivo de ayudas y servicios públicos, o su desproporcionada población carcelaria en todos los países europeos.

Sin embargo, la maquinaria de la persecución y el ataque se puso en marcha y en un par de días aquella actriz pasó de la gloria internacional a ser una apestada. No sólo perdió la posibilidad de ganar el óscar, si no que más tarde confesó sus peores pensamientos de acabar con su vida.

La vida es lo que han perdido muchos occidentales a manos de musulmanes extremistas. En enero de 2023, tras la muerte de un capellán a manos de un marroquí irregular en Algeciras, Feijóo dijo: «no verá a un cristiano matar en nombre de su religión como hacen otros pueblos» (…) «no hay un problema de terrorismo católico en el mundo» pero «sí hay un problema de integrismo islámico». Aquel entramado de la islamofobia y el racismo se le echó encima. En agosto de 2025 ya hemos igualado el número total de detenidos yihadistas en España en 2024: más de 80. El 40% son marroquíes o sus descendientes ya españoles. Muchos son menores de 25 años. Naturalmente, no todos los musulmanes son terroristas, pero más de un cuarto de ellos –sobre todo entre las nuevas generaciones europeas– apoyan, justifican y defienden las acciones violentas en defensa de su islam, aunque ellos mismos no empuñen las armas. Por intentar explicar la libertad de expresión a sus alumnos, Samuel Paty fue degollado por un refugiado musulmán checheno de 18 años. El temor de muchos profesores en países europeos con una mayor tradición de acogida de musulmanes, les obliga a la autocensura en sus clases.

Las redes sociales están llenas de cuentas falsas robotizadas que rastrean opiniones contrarias a intereses magrebíes o musulmanes. Ridiculizan, insultan y contrarrestan en su favor cualquier publicación que denuncie su incivismo y frecuente delincuencia. En mayo de 2023, la cantante Ana Guerra escribió en Twitter que un marroquí le había robado el bolso, algo habitual. Pero decenas de esas cuentas la tacharon de racista, por lo que acabó sustituyendo la verdad por el mismo eufemismo que utiliza la prensa: «un chico».

Ocultación y engaños

Recientemente Elon Musk sacó de nuevo a la luz los horrores que tuvieron lugar en Rotherham y Rochdale (Reino Unido) hace un par de décadas. Musulmanes pakistaníes británicos violaron a 1.400 niñas menores de edad ante el conocimiento e inacción de la Policía y los servicios sociales. ¡¡Todas las autoridades habían callado durante 15 años por miedo a ser acusados de racistas o islamófobos!!

Durante la Noche Vieja de 2015 en Colonia, 2.000 hombres de aspecto ‘árabe’ o ‘norteafricano’ agredieron sexualmente, humillaron, acosaron y robaron a 1.200 mujeres. Las autoridades y la Policía intentaron silenciarlo hasta que alguna prensa logró sacarlo a la luz y fueron apareciendo más casos sucesivamente en Alemania y en Europa. El imam de Colonia, Sami Abu Yusuf, culpó a las víctimas por ir ‘casi desnudas’ y ‘perfumadas’, provocando a los agresores.

No nos sorprendamos: en España, nuestras autoridades nos pretenden convencer de que el desproporcionado aumento de las violaciones en nuestro país (¡un 275% en siete años!) es debido … ¡¡al consumo de pornografía por parte de nuestros jóvenes!! Un tercio de las violaciones con penetración en 2023 (32’8%) tuvo lugar en Cataluña, cuyas cuatro provincias siguieron liderando los delitos de agresión sexual durante 2024. El 91% de los condenados por violaciones en esa comunidad son extranjeros. En Canarias, las violaciones aumentaron un 83’5% en 2022 respecto de 2021, pero un 128’8% desde 2019.

Persecución, intimidación y delitos de odio.

La izquierda cómplice arremete contra quienes cuestionan los flujos masivos y descontrolados que llegan a nuestras costas desde África porque busca en ellos a sus futuros votantes: racistas, xenófobos, ultras, …

En enero de 2024, la fiscal para delitos de odio en Valencia, Susana Gisbert, pedía tres años de cárcel, multa e inhabilitación para un tuitero que había calificado la inmigración como «invasión». Curiosamente, la presidenta de Cruz Roja en Canarias también lo había hecho pocos días antes. En junio de 2024, elDiario.es tachaba de «xenófobo» y de «odio al extranjero» al programa Horizonte por decir que «el fascismo y el racismo son una milonga» cuando abordaba un cruel asesinato en Gata de Gorgos a manos de un marroquí con múltiples antecedentes. En febrero de 2025, el grupo Hacer Nación tuvo que cancelar dos veces, y por fin suspender, una charla en Madrid sobre la inmigración masiva. La Guardia Civil investiga al grupo Núcleo Nacional por llamar a la lucha contra la invasión extranjera: Marlaska le acusó de ultraderecha y xenófobo. Una joven referida en las noticias como neonazi ha sido condenada a más de un año de cárcel en la Audiencia Provincial de Madrid por manifestarse ante la embajada de Marruecos en 2021, cuando 12.000 marroquíes invadieron nuestra frontera ceutí con la connivencia de sus autoridades. La Asociación Contra el Odio ha denunciado a 19 periodistas y activistas tras los sucesos en Torre Pacheco. Ahora esperamos la sentencia del caso Ferris, quien en 2022 relacionó delincuencia con inmigración ilegal.

  • Alejandro Espinosa Solana es autor del libro: Hacia una Europa Islamizada (SND Editores)