EL MUNDO – 08/07/15
· Nacida en Cádiz, se radicalizó en las redes y había convencido al menos a 10 mujeres.
Silvia C. era una convencida. De forma autodidacta había limpiado su mente y había entrado en las vías del radicalismo religioso. Entendía que su papel no era disparar o preparar atentados, pero vio claro que podía «colaborar» con el yihadismo haciendo la vida más fácil a sus «guerreros». Y a eso se dedicaba. Tras adoctrinarse por las redes sociales, Silvia, nacida en Cádiz y de 44 años de edad, buscaba reclutar mujeres para los «soldados» islamistas.
¿Cuál era la principal labor de las reclutadas? Acompañar en el descanso a los terroristas, ocuparse de ellos. Como definen desde fuentes policiales, convertirse en sus «esclavas sexuales». Se asentó en Lanzarote tras pasar cuatro meses en Mauritania –donde solidificó su radicalismo– y entró en contacto con el autodenominado Estado Islámico (IS). Sus labores de captación dieron sus frutos.
Aunque no existe demostración palmaria para que el juez le pueda acusar de enviar a españolas con nombres y apellidos a las zonas de conflicto, desde los círculos policiales que han llevado a cabo las investigaciones se considera que ha podido «convencer» a no menos de una decena de españolas para que se conviertan en las «esclavas» de los terroristas islamistas. Los agentes de la Comisaría General de Información se afanan en recabar pruebas del material informático incautado en la vivienda de la detenida en Lanzarote para poder demostrar ante el instructor de la Audiencia Nacional que Silvia había materializado sus intenciones. Los agentes de esta unidad trasladaron ayer a Madrid a la detenida para comenzar los interrogatorios antes de remitirla al juez.
Silvia C. –«española, española», como la definen los agentes que han participado en esta operación– residía en Arrecife (Lanzarote). Pese a estar acusada de reclutar a niñas y adolescentes además de a mujeres adultas, de momento entre los datos no figura ninguna menor de edad.
Esta «reclutadora» se ofrecía a estas mujeres para facilitarles sus desplazamientos a zonas controladas por el Estado Islámico. Silvia C., conversa al islam, mantenía contacto directo con un importante facilitador del grupo terrorista en Siria. Era de él de quien recibía directrices e instrucciones para reclutar y facilitar el viaje a las mujeres.
La investigación se inició como consecuencia de las conversaciones intervenidas en otros operativos contra el yihadismo, entre ellos los desarrollados en agosto y diciembre de 2014, que se saldaron con la detención de 10 personas, incluidas una menor que fue arrestada junto a otra mujer en Melilla cuando se disponían a viajar hasta Marruecos.
Según Interior, en la operación se ha sabido que la detenida quería desplazarse a la zona controlada por el Estado Islámico en la región sirio-iraquí para adquirir un mayor compromiso con la causa. El ministro Fernández Díaz, que evitó facilitar datos concretos porque la operación sigue abierta, destacó que cada vez se observa con más frecuencia el fenómeno de la captación de mujeres para que se integren en el IS o el Frente Al Nusra en Siria y en Irak.
De hecho, el ministro añadió que fue en España donde se detectó «la primera célula exclusivamente dedicada a la captación, el adoctrinamiento, la radicalización y, en definitiva, la integración en organización terrorista exclusivamente femenina».
«No sólo eran mujeres las que dirigían esa red, sino que estaba destinada exclusivamente a captar a mujeres», señaló a los periodistas. Esta operación policial es continuación de las desarrolladas en agosto y diciembre de 2014 por la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía en Ceuta, Melilla, Barcelona y también en Marruecos, que se saldaron con la detención de 10 personas. Entre ellas, una menor que pretendía desplazarse a Marruecos.
EL MUNDO – 08/07/15