EL CORREO 20/04/13
· La Ertzaintza pone fin sin incidentes al pulso en la calle de la izquierda abertzale
· Los agentes detuvieron a 6 de los 8 condenados de Segi y desalojaron a unos 800 acampados en el Boulevard donostiarra
Diez días. Ese es el tiempo que ha durado la acampada de la izquierda abertzale en el Boulevard donostiarra en apoyo de los ocho condenados por pertenencia a Segi. La Ertzaintza recibió ayer las órdenes judiciales para intervenir y arrestar a los inculpados en el denominado ‘Aske Gunea’. La operación se prolongó tres horas, cargada de tensión, pero sin incidentes de relevancia, aunque un hombre y una mujer fueron arrestados por agresión a la autoridad. Ambos quedaron en libertad tras comparecer ante el juez. Los concentrados, alrededor de un centenar, habían recibido la consigna de no enfrentarse a los agentes, que finalmente aprehendieron a seis de los ocho jóvenes buscados. Los dos restantes no se encontraban en el lugar por motivos personales y anoche continuaban las labores para localizarles. Los detenidos son Oier Lorente, Mikel Arretxe, Aitor Olaizola, Egoi Alberdi, Adur Fernández y Ekaitz Ezkerra. Nada más concluir la operación fueron conducidos a la cárcel de Martutene para comenzar a purgar la pena de seis años de prisión que recibieron del Tribunal Supremo por pertenencia a banda armada.
La madrugada resultó ayer de especial vigilia para los acampados, quienes temían ya una inminente operación de la Ertzaintza. En algunos momentos, las carpas del ‘Aske Gunea’ llegaron a congregar casi a un millar de personas, el mayor número registrado desde el comienzo de la protesta, dispuestas a pernoctar en sacos de dormir y tiendas de campaña. Ya entonces, los organizadores hicieron correr la consigna de que la actitud ante los agentes sería pacífica y no habría lugar para los altercados. Incluso, advirtieron que los alborotadores serían considerados «infilitados» de la Policía dispuestos a reventar la iniciativa.
Finalmente, a las 6.05 horas, la Ertzaintza hizo acto de presencia en el recinto, situado a pocos metros del Ayuntamiento de San Sebastián. El lugar fue rodeado por 30 furgonetas del Cuerpo, una veintena de la Brigada Móvil, que desplazó a unos 300 agentes. Los policías establecieron un cordón de seguridad en torno a la carpa, mientras unos 800 concentrados formaron, sentados, un anillo en torno a los seis condenados. Comenzaba el final del pulso que la izquierda abertzale ha mantenido en la calle con motivo de esta sentencia.
Insultos y abucheos
Un mando informó en tres ocasiones a los acampados, por medio de un megáfono, que iban a detener a los militantes de Segi. Ofreció al resto de los presentes abandonar el lugar, al tiempo que advirtió de que quienes se resistieran podrían incurrir en «responsabilidades penales o administrativas».