EL CORREO 11/06/14
· Tomás Miguel Madina, al que se vincula con la banda desde 2009, fue arrestado en su vivienda por la Guardia Civil acusado de preparar ese atentado con un rifle de precisión
Tomás Miguel Madina Etxebarria fue fotografiado el 1 de agosto de 2009 por la Guardia Civil y por los servicios de información franceses mientras mantenía un encuentro con el dirigente de ETA Joanes Larretxea Mendieta. La cita se celebró en la localidad francesa de Castres, una población de unos 40.000 habitantes que aquel día estaba atestada de policías de paisano. Estaban allí siguiendo la pista proporcionada por unos documentos incautados a varios etarras que habían sido detenidos meses atrás. Analizando las notas, los investigadores llegaron a la conclusión de que ese día se iba a producir un encuentro en esa ciudad entre miembros de la banda terrorista. Y no se equivocaron. Lo que no sabían era quién acudiría y dónde se produciría la cita.
El que acudió fue Tomás Miguel Madina, vecino de Galdakao de 48 años, detenido en la madrugada de ayer en su domicilio por la Guardia Civil. El Ministerio del Interior le acusa de «colaboración» y «pertenencia» a banda armada, además de preparar un atentado frustrado en 2010 contra el anterior lehendakari Patxi López y el entonces consejero de Interior, Rodolfo Ares. Según la acusación, Madina era un «experto tirador» –instruido durante el servicio militar y titular de tres escopetas del calibre 12– que recibió el encargo de asesinar a alguno de los dos altos cargos socialistas con un rifle de precisión. Debía hacerlo aprovechando su asistencia a los actos del primer aniversario del asesinato del inspector de Policía Eduardo Puelles. El atentado preparado por el ‘comando Otazua’ y atribuido al dirigente de ETA Mikel Karrera ‘Ata’, se frustró por problemas de materialización. La banda, sin embargo, negó en un boletín interno que quisiese acabar con las vidas de López y Ares.
La cita que mantuvo en Francia con un miembro de la cúpula de ETA y los documentos incautados a varios terroristas son algunas de las principales pruebas aportadas al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que decretó la incomunicación del acusado, según informaron a este diario fuentes policiales. Madina, que hacía vida normal en la localidad vizcaína, tiene antecedentes judiciales por un ataque con cócteles molotov contra un concesionario de coches cometido en 1986 junto a Marcos Lejarza y Xabier García Gaztelu ‘Txapote’, que llegó a ser jefe de los comandos de la banda. Después de su detención, producida sobre las tres de la madrugada, los agentes registraron dos viviendas y también las oficinas de la compañía de seguros en la que trabaja como perito antes de ser trasladado a la Audiencia Nacional.
Según informó ayer la agencia ‘Vasco Press’, la primera pista sobre la vinculación de Madina con ETA apareció en noviembre de 2008, a raíz de la detención del dirigente de ETA Garikoitz Aspiazu ‘Txeroki’. Entre la documentación incautada, los servicios antiterroristas encontraron una anotación que hacía referencia a una cita programada con alguien al que se identificaba como ‘BAS’. Cinco meses más tarde, fue detenido Jurdan Martitegi ‘Arlas’ junto a otros miembros de la organización terrorista. Entre sus notas aparecía un encuentro con ‘Basu’. Una nueva operación policial llevó al arresto en Francia de otros tres etarras, Itziar Plaza, Iurgi Garitagoitia y Asier Borrero, y se incautaron de otras dos agendas con otras dos anotaciones. En una se hablaba de una cita para el 1 agosto de 2009 con alguien al que se identificaba como ‘Bsd’. En la otra apareció la inscripción ‘Basurde ik A1’. Y también se mencionaba una ciudad: Castres, situada en el Departamento de Tarn.
Naranja en el Ganekogorta
Los investigadores llegaron a la conclusión de que todas las anotaciones hacían referencia a la misma persona y que la cita había sido programada para realizar un cursillo (ikastaro) entre el 1 y 2 de agosto. La Guardia Civil y la Policía francesa se desplegaron por Castres para tratar de interceptar la cita. Apareció un hombre –Madina– dentro de un coche con matrícula española. Se reunió con un desconocido –que después sería identificado como Joanes Larretxea, detenido meses después– y se marcharon en un coche con el que realizaron varias maniobras hasta despistar a los policías.
Madina empezó a estar sometido a vigilancia permanente por parte de la Guardia Civil. La agencia también relata cómo en mayo de 2010 subió al Ganekogorta y colocó una naranja en su cima. Esperó 15 minutos y se marchó. En 2011, la desarticulación del ‘comando Otazua’ permitió conocer que aquel día debía reunirse con miembros de este ‘talde’ para recibir instrucciones de cara al atentado con el rifle de precisión. La primera vez que subieron no encontraron al militante y después recibieron órdenes de paralizar su actividad.