No se entiende muy bien a un partido de oposición que ayuda al Gobierno a aprobar los Presupuestos. Pero así de originales son nuestros parlamentarios. Descartada la enmienda a la totalidad del PSE, las partidas que no apoye ese partido saldrán adelante con el voto de EHAK. Son los cálculos del Gobierno vasco. Y casi todos tan contentos.
Por tercera vez. Ya van tres ocasiones consecutivas en las que el gobierno minoritario del lehendakari Ibarretxe verá salvados sus Presupuestos con la ayuda de los socialistas. Con el acuerdo casi cerrado, ayer, se daba por hecho que el Gobierno vasco sacará adelante su proyecto económico; la base que sustenta todas sus acciones ejecutivas y que en tantos casos, como el Instituto Vasco de Finanzas, colado a través de una disposición adicional, o la ayuda a los colectivos de presos, han sido descalificadas por la oposición.
Desde que el presidente Zapatero obtuvo el apoyo del PNV para sacar adelante sus cuentas en el Congreso, a nadie se le escapaba que los socialistas de Patxi López veían acotado su margen de maniobra para marcarse una ‘vía autónoma’ que emulase, por ejemplo, el estilo catalán, tantas veces citado como referencia ineludible. Porque ni López es aquel Maragall que plantaba cara al presidente de Gobierno si hacía falta, ni Pastor es aquel Montilla contrariado con algunas decisiones de Moncloa. ¿Qué le vamos a hacer!
Por eso le faltó tiempo al grupo del PNV para decir que esperaba que fructificase otro acuerdo presupuestario, también en el Parlamento de Vitoria, «en lógica correspondencia». Favor con favor se paga. Desde que se ha sabido que los socialistas vascos en esta ocasión ni siquiera presentan enmienda a la totalidad, como en los dos ejercicios anteriores, han arreciado las críticas. Patxi López, temiéndose lo peor, se lanzó ayer a su ‘blog’ para decir que el PP sólo sabe criticar y que es «incapaz de entender y dar respuesta a las verdaderas necesidades de este país».
Es cierto que María San Gil criticó el apoyo socialista «a unas cuentas vascas absolutamente sectarias». Pero la consternación rebasaba la frontera del PP (encantado, por otra parte, de poder criticar la incoherencia del PSE) porque no se entiende muy bien el papel de un partido de oposición que ayuda al Gobierno a aprobar los Presupuestos. Pero así de originales son nuestros parlamentarios. Descartada la enmienda a la totalidad del PSE, las partidas que no apoye el partido de Patxi López saldrán adelante con el voto de EHAK. Esos son los cálculos del Gobierno vasco. Y casi todos, menos el PP, tan contentos.
Cuenta el PNV, que ayer apoyaba a la ministra Magdalena Álvarez en el Congreso, que su votación va por libre y que nada tiene que ver con el intercambio de apoyo en materia presupuestaria. Beloki no entiende que se pida su dimisión a estas alturas de la legislatura y así lo dijo. El PSOE, agradecido. En fin, que está la oposición tan acomodada que en el mundo empresarial vasco ha salido a la palestra Ricardo Benedí, inversor de Trapagaran, para ocupar un espacio crítico que, con el tiempo y la rutina, se ha ido perdiendo. Se anima la campaña.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 28/11/2007