Este impresionante duo de milicia Carme Chacón-Felipe González condena la posición «de quienes se identifican con una historia única, una sola lengua, en una España uniforme». Lo dicen en defensa de una Cataluña con una sola lengua propia. España debe ser lo suficientemente plural y diversa para que la Cataluña del Editorial Conjunto sea ejemplarmente monolítica.
Di, papá, yo podré ver a Dios,
Dímelo, dímelo, di papá.
Pues sí, corazón, si lo verás,
cuando adores a mamá y obedezcas a papá.
Los niños, ya se sabe, lo que oyen en casa. La ministra de Defensa de España, Carme Chacón, firmó ayer una tribuna muy notable en El País en compañía de quien fue presidente del Gobierno de Lo Mismo.
Recordará el amable lector que el 6 de marzo de 2008, durante un mitin en el Palau Sant Jordi, de Barcelona, la cabeza de lista (no tomen el sintagma en sentido literal) por dicha circunscripción quiso poner en su sitio al jefe de la oposición, que en los mítines hablaba de una niña -la niña de Rajoy- futura beneficiaria de la España del PP. Y Carme entraba alegrementa al trapo de la polémica metafórica:
«Yo no sé si me tuviste en tu cabeza, pero he tenido más suerte; he sido la niña de Felipe y no la de Rajoy. Gracias, Felipe».
Bueno, pues ayer, Felipe y su niña hicieron de José Guardiola y Rosa Mary en la página 21 de El País. ‘Apuntes sobre Cataluña y España’. Deconstruir la pieza entera llevaría algunas páginas y tal vez convenga más centrarse en algunos puntos esenciales. Quien fue presidente del Gobierno durante 14 años y la actual ministra de Defensa de España consideran que la sentencia del Tribunal Constitucional mantiene «una injustificada primacía natural de cualquier norma estatal, u (perdónenles el mal empleo de la disyuntiva donde debiera haber copulativa) obsesión injustificada por la indisoluble unidad de la nación española».
Este impresionante duo de milicia condena la posición «de quienes se identifican con una historia única, una sola lengua, en una España uniforme». Lo dicen en defensa de una Cataluña con una sola lengua propia. España debe ser lo suficientemente plural y diversa para que la Cataluña del Editorial Conjunto sea ejemplarmente monolítica. (Ver el post de Benjamingrullo el pasado día 24).
Unos párrafos antes han condenado los votos particulares: «se cuestiona la inmersión lingüística que cohesiona (sic) a Cataluña». Y vayamos al asunto:
«Hemos de poner de manifiesto que la Constitución de 1978 fue punto de encuentro y de partida; que la concepción de España como ‘Nación de naciones’ nos fortalece a todos. [Ah, ese punto y coma. Da a entender que la Nación de naciones es una definición de España en la CE de 1978. Ver más abajo.] Que no hay ninguna razón para rechazar la diversidad identitaria que caracteriza a España como una nación política y cultural, no como un mero armazón jurídico. [Vayan a las intervenciones de Zapatero en el Debate sobre el Estado de la Nación (de Naciones). Él distinguió entre la nación jurídica y la nación política y cultural. La primera era España; la segunda, Cataluña. Los autores no parecen enterarse de que el meollo del cogollo en torno a la nación no está en la cultura, la lengua, el paisaje o el sentimiento, que son meros pretextos, pura metonimia para referirse a la característica que confiere su singularidad a la nación: ser el sujeto de la soberanía]».
España, coordinadora de coordinadoras. Vayamos a los dos primeros artículos de la citada y magreada Constitución Española:
Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, [no en el catalán, ni en el vasco, ni en el andaluz] del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Artículo 2.
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, [¿Consideran González y Chacón que la insistencia es ofensiva? En su día yo pensé que era un poco exagerada; después pensé que frente a los nacionalistas toda precaución es poca y desde ayer me parece que está muy bien para que el expresidente y su niña tengan alguna idea clara] reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
De lo leído ya habrán podido deducir que los sintagmas ya no son lo que eran. ‘Defensa de España’, un suponer, no debe tomarse en su literalidad. ¿Qué es España? ¿Qué quiere decir ‘Defensa’? ¿Qué significa ‘de’?
Santiago González en su blog, 27/7/2010