Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
- En 2024 no tenemos Presupuestos y estamos a menos de tres meses de que alcancemos la fecha en la que debían estar elaborados y presentados los de 2025…
Estaba dormido y soñé que me preguntaba: -¿Recuerdas lo que dice el artículo 134.1 de la Constitución española? ¿No?
– No te preocupes, para eso estamos. En su primer párrafo establece que: «Corresponde al Gobierno la elaboración de los Presupuestos Generales y a las Cortes Generales su examen, enmienda y aprobación». Luego, un poco más adelante, en su tercer párrafo insiste: «El Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado, al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior». ¿Satisfecho?
– Pues ahora me hago otra pregunta, aunque esta es muy sencilla de contestar, a poco que estés conectado a la actualidad. Estamos a menos de tres meses de que alcancemos la fecha en la que debían estar elaborados y presentados los presupuestos de 2025. Pero hete aquí que no van a expirar los de 2024 por la sencilla, pero poderosa razón, de que no llegaron a nacer. ¿Fueron rechazados en el Congreso, al no obtener las mayorías necesarias?
– No. No fueron elaborados por el Gobierno, así que no pudieron ser enviados al Congreso para su examen, enmienda y aprobación.
– Entonces, ¿qué pasa con el artículo 134.3?
– ¿El artículo qué?
– El artículo 134.3, el que establece la obligación del Gobierno de enviar al Congreso su proyecto de presupuestos tres meses antes de que expiren los anteriores.
– Vaya hombre, no seas pesado. ¡Yo qué sé! Se le habrá olvidado el trámite. Además me reconocerás que esto de los presupuestos es un engorro. En primer lugar hay que recoger las ideas de los 22 ministerios, algunas de ellas bien tontas y después hablar con tantos partidos distintos y cederles tanto… Por si te parece poco trabajo, los gastos deben cuadrar, aproximadamente al menos, con los ingresos y el responsable del martillo se ha ido de vacaciones en julio y aún no ha vuelto. Como comprenderás no puede estar el pobre Gobierno pendiente de estas nimiedades, cuando ya esta todo el día atendiendo a todas las necesidades y solucionando todos los problemas. ¡Si no descansa ni un minuto, que más quieres que haga!
– Vale, no te alteres. Otra pregunta más. Como ves hoy tengo el día impertinente. Hoy también… Entonces, ¿qué pasa con los Presupuestos de 2025 que deberían haber sido enviados ya al Congreso pues faltan menos de tres meses para que expiren -virtualmente se entiende-, los de 2024? ¿Se han recibido y tramitado, se han votado, se han aprobado o se han rechazado?
– La verdad es que no sé como contestarte sin mostrarte mi hartazgo ante tamaña contumacia y guardar a la vez las formas. No, no se han recibido, porque no se han enviado, así que tampoco se han tramitado, ni se han aprobado ni se han rechazado. ¿Lo entiendes, so mastuerzo?
– Más o menos. ¿Y dónde están ahora?
– En negociación.
– ¿En negociación con quién?
– Con el señor Puigdemont.
– ¿Dónde se negocia?
– En Suiza o en Waterloo, no sé.
– ¿Por qué allí?
– Porque le queda muy a mano y porque no puede volver a España. Bueno, poder no puede, pero volver si vuelve.
– ¿Y qué va a pasar ahora?
– Eso, pregúntaselo a Santos Cerdán que habrá ido a Waterloo, habrá escuchado el precio pedido, se habrá asustado por la cantidad exigida, lo habrá anotado para no olvidarlo, se habrá vuelto preocupado a Madrid y se lo habrá contado a Pedro Sánchez.
– ¿Y qué ha dicho Sánchez?
– No le he oído, pero he visto como sonreía mientas acariciaba al gato y asentía…