El PSOE de Andalucía, la federación más poderosa del partido, se manifestó ayer por primera vez en público a favor de la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy para evitar las terceras elecciones. La noche electoral del 20 de diciembre, el entorno de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ya se manifestó favorable a facilitar un Gobierno del PP. Pero oficialmente, el PSOE-A ha tardado 10 meses en hacer público su apoyo a la abstención. Ayer lo hizo su número dos, Juan Cornejo.
Con este movimiento, Susana Díaz trata de apuntalar la investidura de Rajoy frente a los críticos en la semana decisiva del PSOE.
Los barones favorables a la abstención que ahora dirigen el PSOE esperan que esta semana se produzca «una cascada de voces que apuesten por la abstención» para hacer presidente a Rajoy, como explicaron a este diario desde dos de estas federaciones. Su intención es que cale esta opinión en el PSOE y que este cambio de postura se apruebe en el Comité Federal del domingo con una amplia ventaja –algunas fuentes esperan que por más de 40 votos–.
El argumento principal para convencer a sus cuadros es que el desgarro interno del partido, su tensión actual y el hecho de que el PSOE no tenga ni siquiera candidato podrían llevar a esta formación a una hecatombe si hubiera otras elecciones.
Por eso, la opción cada vez más clara para la mayoría de los barones que derribaron a Pedro Sánchez es la abstención, aunque algunos se resisten, como Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) o Ximo Puig (Comunidad Valenciana). La federación valenciana comenzó la semana pasada a virar hacia la abstención, aunque aún no la defiende. Puig podría tener serios problemas para mantener sin tensión su Gobierno de coalición con Compromís, que además está apoyado desde las Cortes regionales por Podemos.
Además del PSOE andaluz –que aporta 20 diputados de 84 en el Congreso–, ayer apostaron por la abstención el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el nuevo portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Ramón Jáuregui.
En rueda de prensa tras la Ejecutiva del PSOE-A, el secretario de Organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, sostuvo que desde ahora es necesario «convencer» a los militantes y cuadros y «hacer pedagogía de la abstención» para derribar las reservas –y el rechazo frontal en muchos casos– que genera que el PSOE haga presidente a Rajoy. «Ningún socialista quiere que gobierne el PP», dijo como declaración de partida, para añadir: «Este país no puede ir a nuevas elecciones por el fallo de las fuerzas políticas al no ser capaces de formar Gobierno».
Continuó diciendo que es «tan importante gobernar como liderar la oposición» y, ante la insistencia de los periodistas sobre cuál debe ser la posición del PSOE en la investidura, Cornejo añadió que «está claro que la Ejecutiva del PSOE de Andalucía está diciendo que no se bloquee la formación de gobierno si no hay alternativa». «A mí no me da urticaria la palabra abstención si ésa es la única opción de evitar unas elecciones».
Los socialistas andaluces consideran que si hubiera elecciones el 18 de diciembre el PSOE podría quedarse en 60 escaños, dada la terrible crisis que ha sufrido el partido.
El PSOE-A apuesta –como la mayoría de los barones– por que el Comité Federal apruebe una posición política que sea defendida por todos los diputados con su voto, incluido el PSC. Nada de 11 abstenciones u 11 ausencias en el momento de la votación, como piden algunos dirigentes. Como aseguró ayer Cornejo, «hay que ir derecho y de frente».
El número dos de Díaz llegó a retar a los numerosos diputados que defienden el no a Rajoy a dimitir y a entregar su acta en el caso de que el Comité Federal apruebe la abstención. «Yo entregaría el acta», aseguró, «antes de votar no entregaría el acta porque no se presentaron individualmente a las elecciones, fueron en la candidatura del PSOE».
Díaz y los barones se están encontrando mucha resistencia interna a la abstención. Esta posición sigue concitando el rechazo de gran parte del partido y, sobre todo, de casi toda la militancia, como admiten los barones. En las federaciones donde está habiendo asambleas los militantes se están posicionando mayoritariamente a favor del no.
La mayoría de las federaciones siguen de hecho rechazando a Rajoy. Así lo aprobó ayer por unanimidad la Ejecutiva del PSE y la secretaria general de los socialistas cántabros, Eva Díaz Tezanos.
Pero la oposición más rotunda llega desde Cataluña. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, anunció ayer que se reunirá con el líder de la Gestora del partido, Javier Fernández, antes del Comité Federal para explicarle que los socialistas no deben facilitar un Gobierno del PP y que «es mejor terceras elecciones que Rajoy».
Iceta no detalló cuándo tiene previsto reunirse con Fernández porque quiere un encuentro «tranquilo», e insistió en que sus siete diputados en el Congreso votarán no a Rajoy aunque suponga romper la disciplina de voto. Defendió que lo más coherente es defender el no del PSOE, aunque ello suponga ir a terceras elecciones: «Entre Rajoy o nuevas elecciones, nuevas elecciones». Si el Comité Federal aprueba la abstención, el PSC convocará de urgencia a su Consejo Nacional para tomar una decisión unánime que nadie duda que será mantener su no a Rajoy.