ISABEL SAN SEBASTIÁN-ABC

  • Isabel y Yolanda conforman una alianza potente en el empeño de vencer a Frankenstein una vez destruido Iglesias

Constituye una deliciosa paradoja el hecho de que Pablo Iglesias, ‘macho alfa’ por excelencia de la política patria, vaya a terminar sus días de gloria liquidado por dos mujeres: Isabel Díaz Ayuso, quien le propinó una paliza electoral tan letal como para sacarlo de la escena parlamentaria, y Yolanda Díaz, cuya labor de zapa (o traición, según se mire) lo va a dejar sin partido, sin votantes y sin plaza en la que mandar. Él, que cambiaba de favorita con más frecuencia que de camisa y encumbraba a la escogida sin otro criterio que su albedrío, condenado al ostracismo por una hembra a la que intentó vencer, cosechando una estruendosa derrota, y otra que pretendió controlar y le ha salido respondona. ¡Cuánta rabia ha de albergar ese corazón vanidoso!

Díaz y Díaz, Ayuso y Yolanda, conforman una alianza potente en el empeño de vencer a Frankenstein, primero el 28 de mayo, en ayuntamientos y comunidades, y después en las generales, donde se decide el Gobierno de una España desesperadamente necesitada de cambio. A tenor de las encuestas, la irrupción de la ministra de Trabajo en la carrera, en calidad de lideresa de una formación rebelde, le hace un boquete a la coalición que lamina sus esperanzas. Ella y sus aliados obtienen resultados desiguales en función de la competición, pero en todos los casos hunden sin remisión a Podemos y abren una vía de agua en el PSOE muy difícil de taponar. Hasta quinientas mil papeletas podría morderle Sumar a Sánchez en la contienda decisiva de diciembre, además de privarle de socio con quien armar una mayoría. Yolanda brillará con sonrisa propia en la próxima legislatura, aunque lo hará desde la oposición.

Tengo para mí que su potencial y valía real han sido tremendamente sobrevalorados por unos medios rendidos a su simpatía, aunque puedo equivocarme. Si, como sostienen algunos y ella misma parece creer, está llamada a ser la primera presidenta del Ejecutivo español, me comeré mis palabras. En caso contrario, su enorme contribución al progreso de nuestro país habrá sido minar desde dentro a un tándem que amenaza con destruir la nación y que ya ha situado cargas de profundidad en puntos clave del edificio, empezando por el Tribunal encargado de proteger la Constitución. Una asociación de izquierdas entregadas al separatismo, que durante los próximos meses van a hacer cuanto esté en su mano por aferrarse a la poltrona y así seguir atacando los cimientos del sistema, sin reparar en gastos ni en abusos ni en mentiras.

Díaz, Yolanda, es la piedra en el zapato de ese proyecto. Díaz Ayuso, la alternativa que planta cara desde Madrid. Ella propinó el primer golpe al engendro y en ella se han concentrado las iras del monstruo herido… convirtiéndola en abanderada de la libertad y la valentía. Si una de ellas llega a reinar en La Moncloa, será Isabel.