ABC 19/05/17
· Ambos se retan hoy con sendos actos en Sevilla a 48 horas de la votación. El ex secretario general asegura que no habrá represalias para los barones
Nada en el PSOE termina el 21 de mayo. La elección de un secretario general no resolverá por si sola la crisis de liderazgo en que se encuentran inmersos los socialistas, pues ésta no tiene solo que ver con la ausencia de líder, sino con la falta de estabilidad que el partido puede vivir en el futuro inmediato entre el nuevo líder y los barones territoriales. Y también por lo enconado de un enfrentamiento, que hace difícil entender cómo podrá tener lugar la tan manida integración que los tres candidatos pregonan.
Y para abordar esas dos situaciones habrá que esperar. Será en el XXXIX Congreso federal (16-18 de junio) donde se resuelva la composición de la nueva Comisión Ejecutiva Federal. La dirección del partido es elegida por los delegados al Congreso. Según consta en las bases de convocatoria del congreso, estos delegados deberán ser elegidos en congresos extraordinarios que deben ser convocados por las comisiones ejecutivas provinciales, insulares y posteriormente autonómicas. Deberán celebrarse entre los días 24 y 28 de mayo, en lo que en la práctica puede considerarse una segunda vuelta de las primarias. La composición del congreso es vital, ya que son los delegados los que deben refrendar a la nueva Ejecutiva, que se vota a propuesta del nuevo secretario general.
Aunque los partidarios de Sánchez demostraron una implantación territorial más sólida de la que se esperaba, siendo el candidato que recogió más avales en once autonomías, Díaz cuenta con el apoyo de la mayoría de secretarios provinciales. La incógnita es saber si el movimiento sanchista es capaz de mantener su vigor más allá de la elección del líder y si es capaz de mantenerse para un proceso de corte más burocrático. Si en la mayoría de asambleas territoriales se presentan dos listas para la elección de delegados, muy pocos votos pueden determinar el resultado. Las bases para la elección de delegados contempla que «en el supuesto de que existan dos listas, la minoría que obtenga como mínimo un 20% de los votos válidos a candidaturas, tendrá una representación proporcional a éstos», pero añade que «en todo caso, la lista que obtenga la mayoría tendrá derecho a la mitad más uno de los delegados a elegir».
Sánchez contra todo
Tras la recogida de avales se dispararon las opciones de que Sánchez recupere el timón del partido, aunque la sensación de que la campaña «se le está haciendo larga» cunde en las candidaturas de Patxi López y Susana Díaz. Ciertamente pocos dan a Sánchez como vencedor del debate. Pero en su equipo se relativiza mucho el efecto y se mantiene el convencimiento de que la candidatura del ex secretario general va a recibir mucho «voto útil» procedente de la candidatura de López.
La hipótesis de que Sánchez pueda ganar las primarias y se encuentre con una composición del congreso federal opuesta a él y fiel a los planteamientos de Díaz existe. A la espera de que pasen las elecciones de delegados, Sánchez sabe que no estaría preparado para abrir ese frente, con lo que su opción para que el Congreso federal no tumbe su ejecutiva tendrá que integrar. Ayer dio muestras de ser consciente de ello, y durante una entrevista en la Cadena Ser se mostró más conciliador que nunca al asegurar que tras las primarias «va a haber integración». Dijo tener la intención de «tender la mano» a las candidaturas de Susana Díaz y Patxi López para que se «integren» en la futura dirección del partido.
Desde la candidatura de Patxi López llevan toda la campaña insistiendo en la integración. El exlendakari dijo el miércoles en la última rueda de prensa de la campaña que no estaría mal que los tres candidatos formasen parte de la nueva dirección, aunque aclaró que «no es imprescindible» que sean los propios candidatos los que se integren pero sí sus sensibilidades. Él mismo dijo estar dispuesto a que él o personas de su equipo formen parte de la nueva dirección… «si nos integramos todos». Y es que lo que no quieren en la candidatura de López es ser utilizados como coartada por el ganador para vender integración mientras no se cuenta con el otro rival.
Pero las cosas tampoco acabarán con el XXXIX Congreso. La tercera batalla serán los congresos regionales, que deben celebrarse entre julio y septiembre. Sánchez se comprometió ayer a no impulsar «movimientos desestabilizadores» en las federaciones controladas por los barones afines a Díaz. Pero lo cierto es que por ejemplo el extremeño Guillermo Fernández Vara tendrá por primera vez un rival en las primarias para revalidar el cargo, la exconsejera de Educación Eva María Pérez. Y lo cierto es que en regiones como Asturias o Comunidad Valenciana la recogida de avales, en la que Sánchez se impuso, dio muestras de debilidad en los liderazgos de Javier Fernández y Ximo Puig. Parece claro en cualquier caso que una victoria de Díaz garantizaría más estabilidad en las federaciones.
Los tres candidatos celebran hoy sus últimos grandes actos de campaña, aunque en las primarias socialistas no hay jornada de reflexión y todos tendrán actividad el sábado. El exlendakari celebra hoy un acto con militantes en Madrid, mientras Díaz y Sánchez se retan con sendos actos en Sevilla. Al ex secretario general le acompañará la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. El sábado el exlendakari estará en Bilbao, Sánchez en Madrid y Díaz en Cáceres.