Juan Carlos Girauta-ABC
- El estrangulamiento de la independencia judicial…
Está por ver si España aguanta las diez plagas de lo que bien podríamos llamar «Agenda destructiva 2020-2030». A saber: 1) La traición de sus élites. Superado el punto crítico de desertores, el ostracismo aguarda a cualquier figura realmente influyente que se proclame fiel a la unidad de España, al marco constitucional o a la libertad de expresión sin cortapisas.
2) La igualación educativa, que asolará una cultura ya renqueante, liquidará la igualdad de oportunidades y perpetuará la grave avería del ascensor social español.
3) La consolidación de distintos niveles de ciudadanía dependiendo del territorio. A Cataluña y País Vasco corresponderá el catálogo más amplio de derechos, privilegios fiscales y diferentes barreras de entrada frente al resto de españoles. A continuación, Galicia, Valencia, Baleares, Navarra y Canarias. Luego Andalucía y Asturias. El resto de comunidades tendrán ciudadanía de cuarta al carecer de nacionalistas.
4) La cerril negativa de la izquierda y la derecha tradicionales a abordar reformas estructurales. Así, la renuencia a corregir la dualidad laboral explica nuestras vertiginosas caídas de empleo en las crisis.
5) El golpe de Estado separatista en Cataluña, que se repetirá, tal como anuncian sus perpetradores, dada la lenidad para con los liberticidas, unas concesiones que se interpretarán como premios y el mantenimiento de una agresiva propaganda en los medios y la escuela catalanes.
6) La debilidad del periodismo, atrapado entre la ganga de las redes sociales y el gran dinero de multinacionales ajenas al sector que decidieron jugar a Randolph Hearst.
7) La legitimación final de la ETA por encumbramiento de sus herederos; la promoción de Otegui en tantos medios de comunicación ha corrido paralela a la liberación de etarras y, cuando esto no era posible, a su acercamiento al País Vasco. Allí, los nacionalistas esperan cobrarse su apoyo al gobierno Sánchez con la competencia de prisiones. La única comunidad que hasta ahora la posee, Cataluña, ya la ha usado con criterios de oportunidad política: todos los golpistas han sido liberados para la actual campaña electoral.
8) El estrangulamiento de la independencia judicial de forma pública, abierta y desacomplejada, de forma que la Comisión Europea y el Consejo de Europa tienen que advertir a España contra una reforma que atañe al núcleo del Estado democrático de derecho.
9) La consagración del amateurismo vocinglero como cantera de gobernantes. Lo hasta ayer inconcebible se ha normalizado y a nadie parece extrañar que se compagine la vicepresidencia del gobierno con tareas de oposición de brocha gorda y con una decidida apuesta por el antagonismo.
10) La estandarización de un discurso simplicísimo o directamente infantil en la política profesional. Se explica en la izquierda por el amateurismo y en la derecha por el miedo a salirse del marco aceptable.
A ver si aguantamos.