EL CORREO – 10/02/15
· La renuncia, a la que se suma la edil de Cultura, se hará oficial el viernes en el pleno y llega tras rechazar el Constitucional su recurso de amparo.
La alcaldesa de Mungia durante las últimas dos legislaturas, Izaskun Uriagereka, dimite. Lo hará públicamente el viernes, para cuando se celebrará un pleno extraordinario que constará de un único punto del orden del día, la dimisión de la regidora y de la concejala de cultura, Miren Begoña Bilbao, con quien le une una profunda amistad.
Al parecer, y según ha podido saber este periódico de fuentes solventes, ambas han decidido renunciar a sus cargos por «conciencia», después de que el Constitucional haya rechazado su recurso de amparo para que, acogiéndose a su «derecho a la libertad ideológica», anulase la sentencia que obliga a colocar la bandera española en el Ayuntamiento. Su instalación fue requerida inicialmente por el Juzgado de lo Contencioso número 3 de Bilbao, que dictó esta orden ante un recurso presentado en 2012 por la Delegación del Gobierno en el País Vasco.
«Todo esto le ha afectado», sostienen. Aunque la sospecha de la dimisión de la alcaldesa ya reinaba en el municipio desde hacía meses, no se hará oficial hasta mañana, cuando lo comunicará formalmente a los concejales, a quienes ha emplazado a una comisión. Uriagereka y Bilbao son compañeras en el Ayuntamiento desde las elecciones de 2007, cuando tomó la makila en sustitución de José Antonio Torrontegui. Su partido logró entonces 10 concejales, mientras que PP, EB y EA se hicieron con uno y ANV logró tres. Ya en 2011 y pese a la irrupción de Bildu, el PNV logró nueve, frente a los cinco de la coalición soberanista, los dos de la Agrupación Electoral Monte Berriaga y el del PSE. Pese al amplio respaldo del PNV en la localidad, los problemas que han ido aflorando en el Ayuntamiento durante los últimos tiempos podrían haber abonado el terreno para esta decisión. En este sentido, algunos vecinos recuerdan que otros dos concejales jeltzales ya dimitieron durante la primera mitad de la legislatura.
Entre los principales caballos de batalla de su gestión está la causa abierta con los residentes de La Bilbaína. El Consistorio ha recurrido al Constitucional para evitar hacerse cargo del mantenimiento del barrio y el pago de una cantidad que podría rondar los 7 millones, tras más de diez años de litigios perdidos, un asunto en el que los jeltzales cuentan con el respaldo de todos los grupos salvo la Plataforma Electoral Monte Berriaga, conformada por los vecinos de este enclave. Las aguas también bajan revueltas en Larrabizker, una zona rural a la que un plan de urbanización obliga a abonar entre 12.000 y 120.000 euros por familia a cambio de mejorar «servicios de los que ya disponemos».
Bajo el mandato de Uriagereka también se ha avanzado en el encauzamiento del Butrón, se recuperó la oficina de Hacienda, se inauguró un nuevo ambulatorio y obras de mejora. El primer municipio de Bizkaia en unirse al movimiento slow también ha invertido en la creación de huertos urbanos.
EL CORREO – 10/02/15