Jesús Cuadrado-Vozpópuli

  • La corrupción, como la gangrena, ha colonizado el PSOE hasta los tuétanos

Hasta el más lelo de los votantes del núcleo duro socialista tiene claro que no hay remedio, que la corrupción, como la gangrena, ha colonizado el Psoe hasta los tuétanos. No necesitas convencerles; todos lo saben. Sánchez, Cerdán y Ábalos no son simples empleados del partido, ellos son el partido, al que toneladas de datos recabados por policía judicial y tribunales están retratando como una banda criminal organizada para saquear el Estado. Y porque lo han hecho disfrazados de socialdemócratas, los valores de esa ideología solo tendrán futuro en España fuera de un Partido Socialista irrecuperable para esa causa. Ocurre lo que en el viejo chiste: sabemos que un acuario se puede convertir en una sopa de pescado, pero ¿se puede volver a convertir la sopa de pescado en un acuario? Con la organización socialista no hay marcha atrás posible, no pierdan el tiempo. Quedan ahí los irredentos, los irrecuperables. Les pasa lo que al protagonista de Johnny Guitar del gran Nicholas Ray cuando le suplicaba a la chica “miénteme”. Miéntales, señora Intxaurrondo, ¡por caridad!

Madrid como ejemplo

La socialdemocracia es otra cosa. Cuando le preguntaban a Isaiah Berlin por qué se consideraba de izquierdas, solía contestar que por las mismas razones por las que era anticomunista. La banda del Peugot selló un acuerdo de socorro mutuo con los comunistas de todas las facciones, a pesar de que la seña de identidad socialdemócrata está en la financiación sostenible del Estado de bienestar, justo en las antípodas de la cultura soviética. Hace unos días el Nobel de Economía 2025 Philippe Aghion, a la pregunta de por qué era socialdemócrata, respondía con ironía: “porque creo que no puedo distribuir lo que no tengo”. Como es sabido, los comunistas sí pueden y están guiando al sanchismo en la materia. El pasado jueves el “doctor” Sánchez dejó estupefactos a sus colegas europeos con la propuesta anticapitalista de prohibir la compra de viviendas si no es para vivir en ellas. ¡Qué maravilla! Entre chistorras y lechugas, mordida a mordida, el Psoe es hoy la antítesis de las socialdemocracias liberales y reformistas, y su peor enemigo en España. Hace cien años la dirección del partido mandató a Fernando de los Ríos para comprobar sobre el terreno si en la Unión Soviética todo era tan maravilloso como les vendía Largo Caballero. Lo que descubrió le llevó a recomendar que, con los soviéticos, ni a la vuelta de la esquina. Hoy don Fernando habría huido abochornado de una organización que, a las órdenes de Sánchez, se subordina por razones “comerciales” a comunistas y secesionistas. Cuando desde el conglomerado sanchista, obsesionados con Madrid y Ayuso, acusan a la presidenta de “desmantelar” el Estado de bienestar, caen en el absurdo. Tendrían que preguntarse cómo encaja con eso que la comunidad madrileña sea, con datos del ministerio de Sanidad, la que tenga menos días de espera media en atención sanitaria en toda España -47, por 145 de Cataluña-. Pero gasta menos por habitante, dicen los “expertos” de Rtve. ¡Vaya!

Mentiras sobre Defensa

Le va a costar al país librarse de esta plaga. Más, cuando ingenuamente se les facilita la labor potenciando una imagen del mequetrefe Sánchez como animal político de raza, invencible. O cuando se banaliza la falsificación de hechos. Un ejemplo. Recientemente le hacían una entrevista en la tele pública al ministro de Economía Carlos Cuerpo en la que mentía como un bellaco sobre el gasto militar. Decía el buen hombre que el Gobierno no solo ha cumplido con el 2%, sino que se ha adelantado porque estaba previsto para 2029. Así miente el tipo, poniendo cara de querubín. La verdad: ese porcentaje debió cumplirse en 2024 como fecha límite y el del 5% del Pib, en una década. Emite en la misma onda que el amado líder cuando los apuros en la política interior le llevan a convertirse en un saltimbanqui internacional. En paralelo con Gustavo Petro -considerado un “perturbado” en Colombia- provoca una crisis autoinducida contra Trump y la Alianza Atlántica para radicalizar al electorado. Tal para cual, el colombiano y el español sacrifican intereses nacionales en beneficio de los personales y familiares. ¿Socialdemócratas? ¡Ni por el forro! El Psoe fue reducido a plataforma de enriquecimiento al servicio de una banda de golfos.