Alberto Ayala, EL CORREO, 6/9/12
El ‘caso Uribetxebarria’ entra en la precampaña. EH Bildu no dejará pasar la ocasión para disgusto del PP, inquietud del PNV y esperanza de UPYD
La carrera hacia la cita con las urnas del 21 de octubre va a girar, gira ya, en torno a la crisis y a los nuevos recortes que nos aguardan a la vuelta de la esquina. No faltarán algunos chispazos en clave soberanista impulsados por el nacionalismo. Pero desde ayer la agenda preelectoral incluye un protagonista del todo inesperado hasta hace muy poco: el ‘caso Uribetxebarria’. Un i nvitado que amenaza con distorsionar algunas previsiones.
La decisión del fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira de recurrir la orden de excarcelación del etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga, dictada por el juez de Vigilancia Penitencia José Luis de Castro por razones humanitarias, supone varias cosas. En lo estrictamente jurídico, que el caso pasa a la Sala de lo Penal de Audiencia Nacional que preside el juez Fernando Grande Marlaska. No hay plazo legal para decidir. Mientras, claro, el recluso seguirá en el hospital privado de libertad.
Las derivadas políticas son evidentes. ¿El principal beneficiario?, EH Bildu. La izquierda abertzale tradicional no dejará pasar la oportunidad de denunciar los hechos con una doble intención: mantener internamente prietas las filas y tratar de engordar con el caso su bolsa de votos. El asunto Bolinaga no impedirá que la candidata a lehendakari de la coalición, Laura Mintegi, prosiga su estudiada campaña en clave positiva. Moderación, que se torna en estricta ortodoxia estilo Batasuna cada vez que se adentra en cuestiones relacionadas con el terrorismo y/o las víctimas.
En el polo opuesto, el PP vasco, que vive horas de honda preocupación porque el intenso y delicado trabajo de apertura llevado a cabo durante los últimos años corre peligro cierto de no rendir el más mínimo fruto, al contrario. Y es que la grave fisura interna que el ‘caso Bolinaga’ ha abierto en las filas populares a nivel nacional supone otra pesada losa para la organización de Basagoiti de cara al 21-O. Losa que viene a sumarse al más que probable desgaste electoral por los durísimos recortes aprobados por el Gobierno Rajoy.
Pese a las peticiones de Basagoiti y a los deseos del propio Rajoy, la tormenta interna suma y sigue con nuevas declaraciones (Gallardón rechazó ayer la excarcelación). La actuación del ministro del Interior no ha sido entendida ni compartida por buena parte del partido ni de los votantes populares, instalados aún en el discurso de máxima dureza que cultivó el PP en su acoso y derribo contra Zapatero en materia antiterrorista.
No es descartable que ciertos protagonistas se hayan adentrado en la tormenta interna de estos días con otras intenciones. Alguno(a) de los perdedores del congreso de Valencia siguen buscando la mejor colocación ante la eventualidad de que la crisis se lleve por delante a Rajoy y toque buscar recambio. En Euskadi no faltan quienes creen que Mayor Oreja podría estar pasando algunas facturas a la actual cúpula conservadora vasca que relevó a María San Gil al insistir en unas críticas que sabe muy perjudiciales para los intereses de su propio partido el 21-O.
¿El resto?, a la expectativa. El PNV sigue el desarrollo de los acontecimientos con cierta inquietud. Sabe que inicia la carrera electoral en cabeza y no desea sobresaltos que podrían romper el guión previsto. Los socialistas –con serias disputas internas por las listas en Álava y Gipuzkoa que amenazan tormenta–, desde la distancia. Y UPyD, con evidente regocijo. Todos los sondeos coincidían hasta ahora en conceder al partido de Rosa Díez nulas posibilidades de revalidar su único parlamentario. El distanciamiento del PP de un segmento de su electorado, incluidas buena parte de las víctimas del terrorismo, ha reactivado sus esperanzas de pescar en río revuelto y repetir en el nuevo Parlamento de Vitoria.
Alberto Ayala, EL CORREO, 6/9/12