EL MUNDO 04/08/16
ARCADI ESPADA
EL PINTOR y escritor cubano Juan Abreu ha dirigido una carta, cargada de ironía y de tristeza, y también de ira contenida, al presidente de la Junta de Galicia, el señor Núñez Feijóo. Desde hace algo más de un año Abreu está empeñado en 1959 (emanaciones.com), un proyecto que consiste en pintar los retratos de los más de 3.000 fusilados por la dictadura castrista. Ya lleva 301. Abreu pinta rápido, y bien, pero tiene dificultades para obtener fotografías de muchos de los fusilados. Como cualquier dictadura, la castrista ha tenido un comprensible interés en silenciar sus crímenes. A ello se añade el terrible sentimiento de vergüenza de algunas de las familias de las víctimas que no han querido, y aún no quieren, hablar de sus fusilados. El proyecto del pintor ha coincidido en el tiempo con el proyecto de Láncara, el pueblo gallego donde nació el padre de los hermanos Castro. El alcalde, socialista, ha nombrado hijo adoptivo a Raúl y proyecta hacer un pequeño museo ¡castrista! en lo que queda de la casa familiar de los Castro. Sus proyectos han tenido el apoyo de toda la izquierda, del Partido Popular, e incluso del propio Núñez Feijóo. Por eso Abreu le escribe al presidente: «Estoy dispuesto a donar al Ayuntamiento de Láncara los retratos de los cubanos fusilados por Raúl y Fidel Castro; así los visitantes del museo tendrán una idea clara del legado de la familia homenajeada. Espero que mis retratos compensen un tanto a los gallegos por cualquier disminución del ambiente moral en Galicia, provocado por el hecho de que sus representantes electos distingan, honren y dediquen museo a una estirpe de asesinos».