Miquel Escudero-El Correo
Este mes de julio hace 103 años que se produjo una hecatombe a sesenta kilómetros de Melilla. Fue en 1921, quince años antes de que estallase la Guerra Civil y ha pasado a la memoria histórica como ‘el desastre de Annual’. No hacía diez años que España y Francia ejercían sendos protectorados en Marruecos. Mal dirigidas y mal preparadas, las tropas españolas corrieron en desbandada antes de ser atacadas por el rifeño Abdelkrim. En pocos días murieron más de 10.000 soldados españoles. La mayoría de los que se rindieron fueron mutilados o quemados vivos. En enero de 1923 se consiguió el rescate de 357 prisioneros por cuatro millones de pesetas más la liberación de cuarenta cautivos rifeños. Medio año después, el ejército bombardeó a las tropas rifeñas con gas mostaza, prohibido al acabar la Primera Guerra Mundial.
En julio de 1922, el periodista madrileño Luis de Oteyza publicó el Expediente Picasso, que informaba de aquellas trágicas vicisitudes y que fue encargado por el Gobierno, y voló hacia Axdir para entrevistar a Abdelkrim y fotografiarse con él. Las ventas del diario ‘La Libertad’ que dirigía se dispararon hasta más de 200.000 ejemplares al día. A quienes le acusaron de traidor, Oteyza replicó con desparpajo que ellos eran ‘fariseos del patriotismo’ y que había que abandonar Marruecos lo antes posible.
Poco se habla de que el caudillo rifeño se entregó a las tropas francesas en 1926, y permaneció desterrado veinte años en una isla al este de Madagascar. Luego fue conducido a El Cairo, donde en 1963 fallecería en libertad, pero jamás volvió al Rif. Luis de Oteyza, por su parte, salió de España en 1936 y nunca regresó.