Dos mastines a los flancos

EL MUNDO – 15/06/16 – VICTORIA PREGO

· No pintan buenos días para Pedro Sánchez. A la impresión general de que fue el candidato que peor parado salió del debate, sin que hubiera sido la suya una actuación catastrófica ni mucho menos, se suman a partir de ahora las conclusiones de los partidos que arañan los votos de las lindes de su campo de apoyos: Podemos por su izquierda y Ciudadanos por su derecha.

Quiere eso decir que en lo que queda de campaña y hasta el último suspiro va a tener mordiéndole los flancos a dos mastines que por nada del mundo van a dejar la presa, porque del botín que obtengan depende para el uno la supremacía de la izquierda y para el otro mejorar la posición lograda en diciembre y conquistar así un cierto papel de influencia en el futuro escenario obligado de pactos.

El PSOE está metido en una trampa construida por él mismo por su mal análisis del panorama político resultante de las elecciones del 20 de diciembre. Creyó que iba a ser capaz de forzar a Pablo Iglesias a que cediera ante el despliegue de su acuerdo con Ciudadanos y ofreciera su abstención, lo cual habría permitido a Pedro Sánchez obtener la investidura e incluso gobernar, aunque de modo muy inestable.

Para eso se acercó demasiado a Podemos y le admitió desplantes y humillaciones sin cuento que han quedado en la memoria de los electores.

Cuando Pablo Iglesias celebró su famosa rueda de prensa aplazada y anunció la convocatoria de una consulta a sus bases, con lo cual daba por rota la mesa a cuatro que apenas se había estrenado la víspera, Pedro Sánchez se apresuró a desmentir a su portavoz Antonio Hernando, que había declarado que «hasta aquí hemos llegado, ya no hay nada más que proponer», y dijo que era una pena porque de los 20 puntos que había planteado Iglesias él «estaba de acuerdo en 18».

¿Qué de diferente había entonces entre el PSOE y Podemos si ni siquiera se hacía necesaria una negociación porque la coincidencia era tan manifiesta?

Ese ha sido el error de Sánchez: establecer como única discrepancia de fondo con Podemos la defensa que este partido hace del derecho de autodeterminación de las «distintas naciones» que por lo visto hay en España. Porque lo que Iglesias sugirió en el debate del lunes fue que ese asunto podía quedar apartado hasta mejor ocasión.

Por tanto, muy poco nos diferencia, Pedro, porque nosotros somos aliados naturales, vino a insistir Iglesias a un Sánchez empeñado en marcar distancias con él, un empeño que se saldó en fracaso.

Ese es el mayor riesgo del PSOE, mucho mayor que el que le pueda suponer la fuga de votos hacia Ciudadanos, porque esa pérdida no le priva de su identidad ideológica. La que le está propinando Iglesias, sí. Y ese es el drama del que ya no le va a ser posible zafarse.

EL MUNDO – 15/06/16 – VICTORIA PREGO