Hay una estupidez generalizada entre el sanchismo militante y el simpatizante que consiste en ponderar como un hecho democrático la intervención de Zapatero en el asunto venezolano y su concurso para traer a España a Edmundo González, el candidato de la oposición venezolana que lo derrotó rotundamente en las elecciones celebradas hace un mes.
Un ejemplo, Peperufo: “Si llega a ser por la intermediación de Feijóo, Abascal, Aznar, González o Cayetana Álvarez de Toledo, Edmundo estaría hoy en una cárcel venezolana, arrestado y sin posibilidad de defenderse. Afortunadamente para él, Zapatero estaba en silencio trabajando en favor de su libertad”. Y luego va y le llama ‘Grande’ dando la medida exacta de su propia pequeñez.
Vamos a ver: Zapatero ha estado desde hace muchos meses en contacto con Nicolás Maduro. Ha sido cómplice de la cacicada del dictador para declarar la inhabilitación de la candidata opositora, María Corina Machado. También ha sido cómplice del acoso bolivariano contra su sucesor, Edmundo González, que lo derrotó con un mínimo del 70% y después de la derrota ha sido cómplice de la ola represiva decretada por Maduro contra su pueblo: 24 asesinatos y 2.500 detenidos. José Luis Rodríguez Zapatero ha contribuido a exiliar al ganador de los comicios: eso no es salvarle la vida sino despejar el campo al dictador, que retiene como rehén a una hija del candidato fugitivo. Mientras, Zapatero tiene a sus dos hijas ganándose muy bien la vida con una empresa en la Venezuela bolivariana y es el único ex presidente del Gobierno español que se ha negado a condenar el pucherazo venezolano. Esta semana, el expresidente colombiano, Andrés Pastrana, entregaba en La Haya una denuncia firmada por más de 30 ex mandatarios de España y América Latina que condenaba a Maduro por terrorismo de Estado en nombre de la Iniciativa Democrática de España y las Américas.
En la misma línea se ha pronunciado José Manuel Albares, improbable ministro de Asuntos Exteriores. Contaba al respecto Vozpópuli que Albares admite que “España no reconocerá la victoria de Edmundo González en Venezuela después de darle asilo”, lo que era traducido al román paladino por Willy Tolerdo: “Claro: si admiten que ganó Edmundo están reconociendo que Zapatero es parte de la organización criminal de Maduro”.
Otro miembro egregio de la cuadrilla de los menguados, Raúl Solís, tiraba de ironía: “Que dictadura tan rara la venezolana en la que el supuesto dictador otorga un salvoconducto diplomático al líder opositor para que busque asilo político”, a lo que replicaba con la lucidez que es marca de la casa el grandísimo Antonio Portero: “Pues no es tan rara: El dictador convoca elecciones, las pierde y amenaza de muerte al vencedor. Sus amigos socialistas españoles se llevan al vencedor para que el dictador siga gobernando. Vamos, lo que viene siendo una dictadura normal y corriente”.
Hoy se va a ver en el Congreso una PNL que va a decidir si reconoce a Edmundo González como ‘presidente electo y legítimo’ de Venezuela. Al parecer, depende del PNV. Es un reto para Iñaki Anasagasti, que nació en Cumaná y que mantiene una oposición ejemplar a la dictadura bolivariana. Yo he coincidido dos veces con él manifestándonos contra Maduro ante el consulado de Venezuela en Bilbao. A ver por donde tira Ortuzar.
El ministro Pablo Bustinduy cargó a su Ministerio un fin de semana en Nueva York para él y para cuatro acompañantes que pernoctaron allí dos días sin que tuvieran actos oficiales: su agenda estaba vacía.
José Luis Ábalos ha admitido en entrevista en Onda Cero que esta mujer iba con él, pero niega que se pagara sus billetes o pernoctaciones en hoteles con dinero público.
Del mismo modo, ha negado la veracidad de un correo publicado por ‘The Objective’ en el que se detallan los precios que Jésica le habría cobrado a Ábalos en sus viajes,
Se trataba, según él, de «un correo fake», escrito por él mismo para tender «una trampa» a otra persona. Preguntado sobre a quién quería «pillar», Ábalos se ha limitado a decir que es una cuestión de su «vida privada» que es «muy larga».
No quería terminar sin referirme al estreno de Broncano en la Televisión pública. Me dispuse a verlo con espíritu crítico, pero abierto. Solo aguanté diez minutos el refrito de chistes que solo hicieron gracia a Ángeles Caballero tal como lo contaba en El País. Broncano repitió la tontería que ya comentamos el otro día : “Pedro Sánchez no me ha puesto aquí y no cobro 14 millones de euros, que no salen de la ELA ni de la Guardia Civil”. Claro que no salen de la atención a los enfermos de ELA o de la Guardia Civil. Es dinero que no llega a la ELA ni en la Guardia Civil porque va a parar al programa de Broncano. Recuerde: La economía es la ciencia que trata de la administración de recursos que son escasos y susceptibles de usos alternativos.