EL CONFIDENCIAL 22/04/16
El Gobierno catalán ‘vigiló’ una conferencia que el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, pronunció este miércoles en el Cercle d’Economia de Barcelona bajo el título ‘La inteligencia al servicio de la seguridad’. A pesar del rango del conferenciante, no había ningún representante del Gobierno autonómico, pero entre el reducido público sí estaban dos sargentos de los servicios de información de los Mossos d’Esquadra, según pudo conocer El Confidencial de fuentes solventes.
La conferencia contó también con dos independentistas destacados: el primero era Miquel Sellarès, el primer director de los Mossos, quien puso el germen de lo que es hoy la Policía Autonómica de Cataluña. Sellarès fue también uno de los fundadores de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad cívica independentista por excelencia. “Pero no estoy aquí como integrante de la ANC, sino como presidente del Centro de Estudios Estratégicos”, explicó Sellarès a El Confidencial. El otro representante independentista era Carles Flamerich, presidente de la sectorial TIC de Convergència y exdirector general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat.
· La conferencia de Fèlix Sanz fue un repaso a la ‘historia blanca’ del CNI. Una conferencia sin referentes a la actualidad ni a la situación catalana
Por lo demás, poca clase política asistió al evento: el exlíder de los socialistas catalanes Pere Navarro y el antiguo secretario general de Presidencia de la Generalitat Isaías Táboas, hombre de confianza de José Montilla. Y, por lo demás, el presidente del Círculo Ecuestre, Borja García-Nieto, y el del Gremio de Hoteles, Jordi Clos.
La conferencia de Fèlix Sanz fue un repaso a la ‘historia blanca’ del CNI. Una conferencia sin referentes a la actualidad ni a la situación catalana, y que podría haber pronunciado en un colegio de Madrid o de Extremadura. Habló de lo que es el CNI sobre el papel, enumeró las trabas burocráticas y eludió los problemas operativos. Explicó que con sus 243 millones de presupuesto, el CNI da trabajo a 3.500 hombres y mujeres, que tiene a dos magistrados del Tribunal Supremo a su disposición las 24 horas del día los 365 días del año (por si hay una emergencia y necesita una orden judicial urgente) y que su cometido es “proporcionar elementos de juicio al Gobierno para que este tome decisiones estratégicas. Ha de ser una información no viciada, sino pura, sin intereses personales, de partido o de grupos de presión”.
Centrados en fichar matemáticos
El CNI, afirmó, basa su actividad en seguir la ‘Directiva de Inteligencia’, un documento que el presidente del Gobierno firma cada principio de año con los objetivos estratégicos que interesan. “No somos un radical libre. No salimos de caza a ver qué nos comentan o para buscar cosas y guardarlas por si un día valen. Nuestra labor está orientada por un documento operativo, por lo que no hacemos lo que queremos”.
En los últimos tiempos, una buen aparte de su trabajo tiene como objetivo el terrorismo yihadista, ya que España es un potencial objetivo. Lamentó, eso sí, que el nombre de objetivos españoles aparezcan muchas veces en la propaganda yihadista, aunque subrayó que una cosa es la propaganda y otra el riesgo real de que se cometan atentados. En este sentido, matizó que es fundamental la colaboración con otros servicios de inteligencia. “Muy pocos servicios del mundo pueden actuar hoy en día solos”, enfatizó, antes de explicar cómo se han de establecer alianzas con otros países, aunque para ello “se ha de ser bueno. Porque la capacidad de exigir [favores] la da la capacidad de ofrecer”.
Sanz estableció como retos futuros el de la ciberseguridad y el que “tenemos que defender la soberanía nacional de los servicios secretos extranjeros que actúen aquí para que no nos roben información. Por eso, la contrainteligencia es muy importante”. El CNI tiene agrupadas, en estos momentos, las divisiones de inteligencia y de contrainteligencia. Y ante los retos mundiales, el CNI está incorporando en los últimos meses a matemáticos. “El personal militar del centro no llega al 30% de los efectivos totales. El resto son civiles y últimamente estamos centrados en fichar matemáticos. En el CNI trabajamos en 32 idiomas, entendiendo por ello que no es que alguien sepa traducir, sino incluso interpretar un susurro en el árabe dialectal de los tuaregs, por ejemplo. Y estamos desplegados en 67 países”.
El problema del independentismo
El director del CNI afirmó en otro momento que los servicios de inteligencia españoles no tienen una actividad especial en Cataluña. “Hacemos lo que nos ordena la ‘Directiva de Inteligencia’ y aquí hacemos lo mismo que en Castilla-La Mancha”, aseguró. Y ninguna referencia, por ejemplo, a la colaboración con los Mossos en materia de terrorismo o yihadismo ni al independentismo.
¿Y qué piensan los independentistas de ello? “Fue un discurso correcto, occidental, en el marco de la OTAN. Pero pensar que el CNI opera igual en Cataluña que en su pueblo es pensar que somos inocentes o que somos tontos. Eché a faltar que no habló de la defensa del Estado y de qué es lo que está haciendo en este sentido”, manifestó a este diario Miquel Sellarès.
El antiguo jefe de los Mossos añade que “los servicios de inteligencia, aunque se han modernizado mucho, no se han adaptado a la plurinacionalidad del Estado. Creen que toda España es igual. Pero han de entender todavía que el independentismo está para quedarse. Aquí han intentado enfocar el tema como si esto fuese el País Vasco, pero se equivocaron, porque esto no funciona igual. Aquí no hay violencia. La inteligencia del Estado ha de analizar el tema catalán, pero no lo ha de homogeneizar, sino integrar a ese 45% del voto independentista. Le faltó, por eso, hablar del hecho diferencial catalán”.