Hemos incorporado a una tonnnta con futuro: Yoli Díaz ha confesado que ella sí sabía lo del Covid tres semanas antes del 8-M. Lo usa contra Sánchez pero no es más que un pellizco de monja, una confesión de complicidad: “Yo avisé, pero me la envainé enseguida”. Tonta o mala, te preguntas, Federico. Tonta y mala en dosis muy armónicas. Macarena Olona la retrató antes de que supiéramos esto: “Se la está comiendo el personaje que ha creado de sí misma. Usted no es una líder mundial. Lamento tener que ser yo la que se lo diga, pero alguien tiene que decírselo”. No lo va a entender.

Ayer se cumplieron seis años del fallecimiento de Francisco Javier Pérez-Cepeda, uno de los primeros participantes de mi blog, donde firmaba con el nombre de Churruca. Era de La Coruña, tenía 52 años y era arquitecto. En mi blog y luego en Twitter dejó muestras de su talento, de las que voy a reproducir alguna como un mínimo homenaje y acto de gratitud por su ingenio y su amistad:

-En cada generación hay un selecto grupo de idiotas convencidos de que el fracaso del colectivismo se debe a que no lo dirigieron ellos.

-En la Sexta Pablo Iglesias propone acabar con el (Estado Islámico) ahogándolo en lugares comunes.

-He tenido charlas con máquinas de tabaco más interesantes que los discursos de Pablo Iglesias. Y eran, además, mucho más amables. Siempre daban las gracias.

El duelo por Almudena Grandes sigue y sigue. Rosa Villacastín no iba a perder esta ocasión para hacer podio. “Esa España que asesinó a Lorca, que mandó al exilio a Antonio Machado, a Alberti, y Rosa Chanel, (sic) entre otros muchos intelectuales e investigadores, hoy le niega a Almudena Grandes el título de hija adoptiva de Madrid, cuanta miseria”. ¡Ha escrito Rosa Chanel donde quizá quiso escribir Rosa Chacel! O Coco Chanel, née Gabrielle, que uno ya no sabe. Rosa Villacastín es el Chanel número 5 de la estupidez.

Mira, yo reto a esta tía a un mano a mano con cámaras delante para ver quién conoce mejor la poesía de Lorca, Machado y Alberti. De Rosa Chanel no, que a esa no la tengo leída. Pero debo decir que no me parece escandaloso que se le discuta el título de hija adoptiva de Madrid. Ella fue la tercera firmante de aquel infausto manifiesto, ‘Ahora sí’ en la que los firmantes tocaban a rebato ante las elecciones del 4-M, cuya esencia estaba en este segundo párrafo: “Esta vez sí es posible conseguir que la derecha, y la ultraderecha, salgan del poder en la Comunidad de Madrid después de 26 infernales años de atentados contra los derechos y la dignidad de la mayoría ciudadana”. (Las comas así en un original que han firmado Muñoz Molina y Elvira Lindo, Virgen Santa). Hagamos la cuenta de 26 infernales años de atentados y no en sentido metafórico, sino los perpetrados por el terrorismo. Desde 1995 ETA causó 15 muertos y 316 heridos. El terrorismo islamista, 191 víctimas mortales y 2062 heridos. Pero el infierno terrorista, por lo visto, era Ayuso.

Mi querida Louella Parsons exponía con sensatez las razones para el no: “Almudena Grandes fue una persona conflictiva, sectaria, que comentó que fusilaría a periodistas, que bromeó con monjas violadas, que insultó a Vox, a Díaz Ayuso ya una gran oparte de españoles. Una medalla de oro se da a quien goza de consenso  para su merecimiento”.

Para que veas cómo está el tema, cuando Almudena escribió aquella infamia (23/11/2008, víspera del Día contra la Violencia de Género) sobre el disfrute loco de la madre Maravillas de Jesús: “¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?” Lo hizo para hacer burla o remoquete de unas frases escritas por la madre Maravillas: «Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta» Antonio Muñoz Molina escribió que la columna de Grandes era una repetición del viejo chiste español sobre monjas gozosamente violadas. Ella replicó que era la monja la que se ponía a la altura de los chistes con esos consejos y Muñoz Molina  sentenció la polémica: la frase «Déjate enseñar, déjate mandar, déjate sujetar y despreciar y serás perfecta» no es de la madre Maravillas, ni se dirige a sus monjas. Es uno de los Avisos Espirituales de san Juan de la Cruz, y su destinatario, en femenino, es el alma”. ¿Qué pintaba Antonio Muñoz Molina  detrás de Almudena Grandes en la firma del manifiesto que comentamos?