Sobre la propuesta vasca, el diputado catalán de CiU sostuvo que ni las dudas sobre su constitucionalidad ni la supuesta falta del aconsejable consenso en el Parlamento vasco son motivos para deslegitimarla.
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, defendió en el Congreso la toma en consideración del plan Ibarretxe desde el convencimiento de que no existe secesionismo y de que es preciso apostar por el diálogo entre todos para «agotar las posibilidades de acuerdo, por responsabilidad».
Duran negó la existencia de bloques políticos enfrentados en torno a la Constitución y recordó que los nacionalistas catalanes, por ejemplo, fueron más protagonistas del proceso constituyente que quienes ahora ensalzan la Carta Magna, en alusión al PP. Asimismo, destacó que tanto los Gobiernos del PSOE como del PP han sido condenados por el Tribunal Constitucional por no respetar la norma fundamental en distintos casos.
Para el portavoz de CiU, si todas las propuestas de reforma estatutaria «merecen el mismo respeto», vengan de la comunidad que vengan, los casos de Euskadi y Cataluña son especialmente importantes porque parten de «un Pacto de Estado» suscrito en la transición para el reconocimiento constitucional de los derechos de las nacionalidades. «No es que queramos más, es que necesitamos más, tenemos derecho a más. Hay que explicar a la ciudadanía que las circunstancias que concurrieron en el momento de dotarnos de la Constitución y del Estatuto han cambiado -recalcó-. Y tenemos la necesidad también de reforzar nuestra propia identidad, porque cuanto más pequeños, más necesitamos reforzar».
En cualquier caso, quiso dejar claro que el caso de Cataluña, tanto en su procedimiento como en su contenido, «es y será distinto» que el de Euskadi. «Es cierto que el camino escogido por Cataluña no es el mismo, pero también lo es que ni la situación política ni social, ni el propio objetivo de reivindicación -agregó-. Y en cuanto al procedimiento, los estatutos marcan caminos diferentes».
Negociación
Sobre la propuesta vasca, el diputado catalán sostuvo que ni las dudas sobre su constitucionalidad ni la supuesta falta del aconsejable consenso en el Parlamento vasco son motivos para deslegitimarla, y menos aún para rechazar la toma en consideración en el Congreso e impedir un proceso de debate.
El portavoz de CiU también consideró que, si siempre se ha dicho que con ETA no se puede negociar, no es de recibo que ahora que el Parlamento vasco trae una propuesta política también se les diga que no. «Cualquier idea que no se defienda mediante la violencia, como es el caso, debe ser respetada, y la democracia exige eso, diálogo -aseveró-. ¿Ustedes creen que hoy resolveremos o ayudaremos a resolver el problema político que inequívocamente existe en el País Vasco? Me temo que no».
EL CORREO, 2/2/2005