EL MUNDO 16/12/12
Apuesta por dialogar «semana a semana» durante la legislatura para no ceder ante ERC
Después de una campaña en la que estuvo casi desaparecido y en la que los propios militantes de CiU le ridiculizaban en los mítines, la figura de Josep Antoni Duran Lleida se está agigantando en las negociaciones poselectorales. El líder de Unió mostró ayer de nuevo su voluntad de no quedarse al margen de las conversaciones entre la federación y Esquerra y apuntó una fórmula que nadie había planteado tras el 25 de noviembre: que Artur Mas gobierne en solitario, sin el apoyo de los republicanos, pactando «semana a semana» con quien crea necesario.
Contra las preferencias de Mas, que es partidario de retrasar la investidura hasta que se alcance un acuerdo con ERC, Duran dejó ayer claro ante el Consejo Nacional de su partido que no ve inconveniente en que CiU empiece gobernando sin apoyos. «Es posible que la legislatura empiece sin este acuerdo. Si esto sucede, tenemos que intentar garantizar la estabilidad dialogando semana a semana», afirmó.
Lo que propone Duran por si Mas y Oriol Junqueras no alcanzan un acuerdo se parece mucho a lo que ha venido haciendo CiU en los dos años que ha durado la última legislatura. Sin embargo, a Mas le surgirían varios problemas. El más importante: la fórmula dejaría en el aire la consulta independentista que prometió durante la campaña. Pero también que su margen de maniobra ahora es mucho menor, porque de los comicios salió mucho más lejos de la mayoría absoluta: pasó de 62 a 50 diputados. Además, 13 de ese medio centenar de parlamentarios pertenecen a Unió, y no a Convergència.
El líder de Unió mantuvo su firme negativa a que el documento que finalmente acuerden CiU y ERC incluya una fecha concreta para la celebración de ese referéndum. «Mas y yo creemos que no es conveniente poner fecha a la consulta por escrito», dijo ayer. Y añadió: «Ni aceptamos la fecha que propone Esquerra», que no quiere un referéndum después de 2014, «ni la negamos, pero no la queremos en el documento».
Duran también salió al paso de quienes, como algunos dirigentes de Esquerra, le acusan de ser el culpable del fracaso de la reunión entre Mas y Junqueras, de la que debía salir el acuerdo definitivo.
«Unió quiere estabilidad en la próxima legislatura, pero también que se haga una consulta. Sólo si existe un Govern fuerte para hacer frente a la crisis habrá consulta. No es cierto que Duran o Unió boicoteen el pacto con ERC», afirmó, «harto» de ese «sambenito». Y también dijo en tono de broma: «Es una suerte que cuando murió Kennedy yo tuviera 11 años, porque si no me acusarían a mí. ¿Que Mas está encorsetado por Duran? ¡Ya nos gustaría!».
Además, dejó claro que sus diferencias con ERC no se reducen a una fecha. Duran teme que los nuevos impuestos que piden los republicanos acaben «perjudicando a las clases medias». Ayer recordó que ese partido «encabeza» manifestaciones en contra de los recortes presupuestarios. Para él, es imprescindible que ERC «se comprometa a asumir políticas económicas y presupuestarias necesarias» para cumplir con los «deberes» de reducción del déficit.