- También sé que, a diferencia de los Estados Unidos, la UE no ha reconocido tal título, lo cual es lamentable y deshonroso para Europa, como casi todo lo que se hace desde que Borrell lleva su diplomacia y Von der Leyen sueña con otro imperio totalitario
«Edmundo González Urrutia es de izquierda o derecha». Esta es la sugerencia que me ha hecho Google sobre lo que quizá deseaba consultar al escribir yo en el buscador el nombre «Edmundo». Pruébenlo. Si no me equivoco, la atenta y velocísima invitación del algoritmo es el fruto de muchas consultas sobre esa precisa cuestión. No me extraña lo más mínimo. Imagino a innumerables seres ante la emergente necesidad de opinar sobre algo de lo que nada saben, cuando en el centro de su ignorancia resuena el nombre de Edmundo González Urrutia. Por supuesto, corren a averiguar lo único que importa: ¿este tío es de izquierdas o de derechas? Así podrán llegar al despacho, o a la cena de amigos, y, en cuanto salga el inevitable tema de Venezuela, lanzar una mirada de inteligencia porque, a fin de cuentas, ¿qué otra cosa precisan para cubrir tales necesidades sociales los don nadies? Y con don nadies quiero decir los woke, en efecto. Te oigo, muchacho: ¿cómo lo hacíais antes de ‘Wokipedia’? Leyendo, hijo, leyendo. Libros. No, no de los que tú lees: ni novela histórica ni autoayuda. Libros de verdad.
Déjame que te cuente, chaval. Hay una forma excelsa de refinamiento que consiste en reconocer la ignorancia: «Pues yo no sé nada sobre la ideología que pueda tener Edmundo González Urrutia». Es como cuando Ludwig Wittgenstein, siendo ya el filósofo más famoso de Europa y EE. UU. —y habiendo descabalgado a Russell en el campo de la lógica—, soltaba ante alumnos, colegas, y amigos: «Nunca he leído a Aristóteles». El genio de la lógica… ¿no ha leído a Aristóteles? Sonrisas, codazos, ¡admiración multiplicada! Si no lo ha leído, ¿por qué lo dice? ¡Cómo no va a haberlo leído! ¡Es una boutade! Quiere decir que se lo sabe de memoria. E iba creciendo la leyenda viva sobre un hombre cuya única obra publicada debieron entender, como mucho, diez personas en el mundo. Afirmar la ignorancia en materia que es de tu dominio te beneficia, wokito.
Yo mismo no tengo ni idea sobre la tendencia ideológica de Edmundo. (Obsérvese que a Edmundo le pasa como a Juan Ramón y como a Ramón; el nombre de pila basta). Solo sé que es un defensor de las reglas democráticas en una dictadura asesina, y que ha ganado las elecciones presidenciales. Existen desbordantes pruebas a favor de lo que afirmo, y no se aportan desde el narcogobierno de Maduro pruebas en contrario. O sea, que es el presidente electo de nuestros hermanos venezolanos. También sé que, a diferencia de los Estados Unidos, la UE no ha reconocido tal título, lo cual es lamentable y deshonroso para Europa, como casi todo lo que se hace desde que Borrell lleva su diplomacia y Von der Leyen sueña con otro imperio totalitario (totalitario por servidumbre voluntaria, woke). Otra cosa sé: si el que gana las elecciones es el que se exilia, en vez de hacerlo el tirano golpista, gana el segundo. Con la ayuda del que ha sacado a Edmundo.