EL MUNDO 19/10/14
· En una nota reservada enviada a sus empresas en Marruecos alerta de que Rabat y Madrid se enfrentan a un ‘reto excepcional’ en sus fronteras
Los policías españoles dedicados a la lucha antiterrorista afirman que nunca sus colegas marroquíes han colaborado tanto como ahora. «Más que algunas policías europeas», asegura un inspector ante la información que comparten con gran celeridad sus colegas al sur del Estrecho. «Sólo falta que nos den las claves de sus ordenadores para que hagamos nosotros las búsquedas», bromea. Y más vale que la cooperación funcione. «Los enclaves españoles de Ceuta y
Melilla constituyen un desafío excepcional para Marruecos y España en lo concerniente a los combatientes extranjeros», es decir, los yihadistas que viajan del norte de África para unirse al Estado Islámico en Siria e Irak, según EEUU.
Esta advertencia sobre el riesgo terrorista que entrañan las dos ciudades autónomas figura en una nota, del 7 de octubre, del Consejo Asesor de Seguridad Exterior (OSAC, según sus iniciales en inglés) del Departamento de Estado norteamericano titulada: «Estado Islámico más allá de Irak y Siria: Marruecos».
Este informe reservado, al que ha tenido acceso EL MUNDO, tiene como destinatarias las empresas estadounidenses que cuentan con intereses en el país vecino.
Ceuta y Melilla son «frágiles» a causa de la facilidad con la que se accede a ellas con documentación marroquí expedida en las provincias vecinas de Tetuán y Nador –no se requiere visado–, del trasiego de los 20.000 contrabandistas que cruzan a diario ambas fronteras y de la venta de falsos pasaportes, sobre todo a los refugiados sirios, para que entren en las ciudades haciéndose pasar por marroquíes.
«Las redes que reclutan a los extremistas aprovechan esa vulnerabilidad y por eso muchas de ellas han sido identificadas en Fez y alrededor de Ceuta y Melilla, operando a ambos lados de las fronteras de esos enclaves», señala la OSAC. Es también allí donde han sido desmantelados más grupos terroristas, el último en septiembre en una operación policial conjunta hispano-marroquí en Nador y Melilla.
El informe de la OSAC calcula entre 1.500 y 2.000 el número de marroquíes que luchan en las filas del autodenominado Estado Islámico (EI), aproximadamente un 50% más que la estimación, de julio, hecha por el Ministerio del Interior de Marruecos (1.122 yihadistas) y la de septiembre del servicio secreto exterior de Rabat (DGED, según sus iniciales en francés) que elevó la cifra a 1.193. De ese contingente, un total de 216 habrían muerto.
La mayoría relativa de los yihadistas marroquíes que emigraron a Oriente Próximo residía en Castillejos, Tetuán o Tánger, es decir a una distancia de entre dos y 40 kilómetros de Ceuta, una ciudad con la que muchos tenían estrechas relaciones de todo tipo empezando por las familiares. Nada de extrañar por tanto que el grueso de los residentes en España que partieron a Siria fuera también de esa ciudad y de Melilla.
Fernando Reinares, investigador principal sobre terrorismo del Real Instituto Elcano, asegura que «más de la mitad» de la sesentena de yihadistas residentes en España –la cifra oficial de 51 proporcionada por el Ministerio del Interior ha quedado superada– que se incorporaron al Estado Islámico «procede de ambas ciudades autónomas».
Los residentes en España que ahora empuñan las armas en Oriente Próximo no son muy numerosos si se compara con los que salieron de Francia (930), o incluso de otros países europeos como Bélgica (250) con mucha menos población. Pero si se pone su número en relación con la población masculina de entre 18 y 45 años de Ceuta y Melilla (unas 22.000 personas) el porcentaje es altísimo.
También lo es, aunque algo menos, del lado marroquí de la frontera. En el noroeste de Marruecos viven 2,8 millones de personas y de ahí han partido entre 350 y 500 yihadistas, según la evaluación estadounidense.
«Marruecos forma parte de la coalición dirigida por EE UU contra el Estado Islámico, pero hasta ahora su participación no ha sido divulgada», señala el OSAC.
«Su colaboración y el gran número de marroquíes que viajaron a Siria e Irak puede suponer un riesgo [terrorista] elevado para Marruecos» si regresan a su país, advierte. Y como muchos de ellos son del norte y acceden fácilmente a Ceuta y Melilla ese riesgo es extensivo a España.