EL CORREO 02/03/13
· El líder de los jeltzales en Gipuzkoa lamenta que la izquierda abertzale vea «al adversario político como un enemigo al que señalar y luego destruir».
SAN SEBASTIÁN. El enfrentamiento entre PNV y Bildu en Gipuzkoa se encona más cada semana que pasa. Sin tregua. El último capítulo lo protagonizó ayer Joseba Egibar. Los jeltzales compararon el comportamiento de la izquierda abertzale en las instituciones donde gobierna con el de la Stasi, el servicio de seguridad de la Alemania del Este, famoso por la persecución a la que sometió a los opositores del régimen comunista.
La acusación tiene como punto de partida un burofax enviado el pasado martes por Larraitz Ugarte, portavoz del gabinete de Martin Garitano, a Markel Olano. La también diputada de Infraestructuras Viarias y presidenta de Bidegi le reclama al ex diputado general que en el «plazo de 24 horas» entregue copias de las facturas correspondientes al capítulo de ‘Gastos Varios’ de los ejercicios comprendidos entre 2007 y 2011. Olano le respondió, también mediante burofax, que ni él ni ningún miembro de su equipo se han llevado facturas de Bidegi. El dirigente peneuvistas agregó que, un año y medio después del cambio en la dirección del órgano que gestiona las carreteras, la responsabilidad política de que no aparezcan dichas facturas recae totalmente en la actual presidenta.
Joseba Egibar y Markel Olano comparecieron ayer por la tarde en la sede del GBB para denunciar la estrategia «de acoso y derribo de la izquierda abertzale hacia los cargos públicos del PNV». Añadieron que esta actitud «destruye la relación entre partidos». Pese al mayúsculo enfado, la sangre no llegará al río. Olano anunció que presentará en las Juntas Generales una interpelación al diputa-
«No todo vale»
Con estos antecedentes, y el burofax de Ugarte todavía caliente sobre la mesa, Joseba Egibar decidió no andarse con paños calientes y censuró con extrema dureza a la izquierda abertzale. Fue en este contexto en el que lanzó la mayor andanada: «Me recuerda la actitud de la Stasi alemado general, para que «rectifique» a su diputada de Infraestructuras Viarias, pero descartó una moción de censura contra Martin Garitano. Aunque no haya rectificación. El portavoz foral de los nacionalistas advirtió de que su partido «no participará en un frente anti-Bildu». Eso sí denunciará públicamente «cuantas veces haga falta la actitud de la izquierda abertzale, para que los ciudadanos sepan el uso partidista que hacen de las instituciones públicas».
Olano lamentó que no es la primera interpelación presentada contra Garitano. Recordó que el diputado general de Bildu «se tuvo que echar atrás» tras unas declaraciones de su diputada de Infraestructuras Viarias cuando Ugarte acusó veladamente al PNV de irregularidades a cuenta de los sobrecostes en las obras de Bidegi.
Más recientemente, la izquierda abertzale cargó contra los jeltzales al hacerse eco de una información publicada en Gara sobre una comida y una cena, con angulas de plato estrella, a la que los anteriores responsables del consorcio de basuras habrían invitado a los directivos de los bancos con los que se había firmado los créditos para construir la incineradora. Bildu criticó entonces a los «políticos con nombre y apellido que trabajan por y para el gran capital, y que se van con ellos a celebrarlo a restaurantes de lujo». na, se parecen en algunos comportamientos».
El presidente del GBB subrayó que «en política no todo vale» y lamentó que la izquierda abertzale no haya culminado su «transición» hacia las vías «exclusivamente políticas», porque aún no ha hecho autocrítica del pasado y sigue viendo al «adversario político como un enemigo al que señalar y después intentar destruir». A su entender, esta actitud sirve para «destruir la relación entre partidos políticos», al tiempo que acusó a Bildu de hacer un «uso partidista del poder que tiene en las instituciones para desacreditar al adversario político».
«Hubiera sido más fácil llamar a Olano y preguntarle por esta cuestión, en lugar de enviar un burofax en unos términos en los que se da por hecho que se ha llevado esas facturas», dijo sobre los documentos de Bidegi. Olano resaltó la gravedad de las acusaciones de Larraitz Ugarte. «Sustraer documentos públicos es un delito tipificado en el artículo 413 del Código Penal, por el que se pueden imponer penas de hasta 4 años de prisión». Reiteró que ni él ni su equipo los han sustraído.
EL CORREO 02/03/13