Tras las elecciones, Eguiguren cree que sus tesis han salido reforzadas y reclama al Ejecutivo un «cambio radical» en las políticas dirigidas a lograr el fin de ETA, ya que, en su opinión, uno de los motivos del importante retroceso electoral del PSE es que los ciudadanos «nos han visto en contra de todo».
Jesús Eguiguren, presidente del PSE, volvió a remover ayer el discurso del partido. El político guipuzcoano no había hablado desde la debacle del domingo y el anuncio de Patxi López de pedir un congreso para definir el futuro del PSOE. Ayer lo hizo en el Parlamento vasco, donde se reanudaban los plenos tras el parón provocado por las elecciones. Y fiel a su estilo no se anduvo con rodeos. Sostuvo que los malos resultados de los comicios obligan a una reflexión interna, no sólo en el partido, sino en el Gobierno vasco. Para Eguiguren, en los dos años que quedan de legislatura, «hay que cambiar radicalmente de política».
El dirigente socialista se refería básicamente a la de pacificación. Es conocido que durante los últimos meses ha venido insistiendo de forma pública en que el Ejecutivo de López tiene que «arriesgar» más en el proceso abierto por la izquierda abertzale si no quería que un tsunami le pasase por encima. A su juicio, el Gobierno socialista está atenazado por el PP. Unas reflexiones que en más de una ocasión han provocado que el lehendakari tuviese que desautorizarle.
Pero, tras los malos resultados del domingo, Eguiguren cree que sus tesis han salido reforzadas. Por eso ayer reclamó al Ejecutivo un «cambio radical» en las políticas dirigidas a lograr el fin de ETA, ya que, en su opinión, uno de los motivos del importante retroceso electoral es que los ciudadanos «nos han visto en contra de todo».
Eguiguren puso como ejemplo lo sucedido en 2006, cuando se desarrolló el anterior proceso de paz. Para el presidente del PSE, que fue uno de los principales negociadores con ETA y Batasuna, aquella apuesta fue recompensada en las urnas por la ciudadanía. «Igual que un día tocamos el cielo electoral porque vieron que hicimos por la paz, ahora se nos castiga porque, sin tener culpa nosotros, se ha visto que estábamos en contra, que había recurso. Hemos hecho la paz, pero la gente nos ha visto en contra de todo y resentidos de lo que pasó la otra vez», explicó a los periodistas en los pasillos del Parlamento. Eguiguren aludía a los recursos presentados contra Sortu y Bildu por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, que instaban a la ilegalización de las dos formaciones por sus supuestos vínculos con ETA.
Ante este escenario, Eguiguren recalcó que todavía queda tiempo para modificar la situación. Y volvió a recuperar su discurso; el de que es necesario realizar algún gesto para consolidar la apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas. En su opinión, un tema clave son los presos de la banda. Por ello instó al Parlamento vasco a que se pronuncie de forma oficial sobre esta cuestión «y también sobre otras cosas», aventuró sin dar más detalles.
«Demostrar algunas cosas»
La posibilidad de que el Gobierno dé un paso público en este sentido es más bien remota. Cualquier gesto de López difícilmente sería soportado por el PP, su socio preferente, y pondría en serio peligro la estabilidad del Ejecutivo. Aunque se trata de una hipótesis que a medida que pasan las horas es más complicada, Eguiguren apostó porque tanto su partido como el PNV alcancen acuerdos para liderar las diputaciones vascas.
La propuesta tiene un alto valor cualitativo. Las voces que dentro del PSE empiezan a cuestionar la entente con el PP empiezan a ser cada vez más numerosas. El impacto de tener a López en Ajuria Enea ha frenado por ahora la mayoría de las críticas, pero no son pocos los militantes del partido que se preguntan si detrás del batacazo del domingo no habrá un cierto voto de castigo por esa alianza. A pesar de estas dudas, nadie plantea una ruptura con el PP, por lo menos, a corto plazo.
Eguiguren también se refirió a la posibilidad de que Bildu gobierne Guipúzcoa. «Tiene que demostrar todavía algunas cosas», dijo el presidente del PSE, quien recordó lo sucedido en Irlanda: «hasta que el IRA no se disolvió, al Sinn Fein no le dieron responsabilidades políticas».
EL CORREO, 27/5/2011