Los portavoces de la coalición abertzale destacaron que los «avances» que logren en el País Vasco tendrán su «reflejo en Madrid» y valoraron la condición de «aliado potencial» de Podemos tanto en sus propuestas soberanistas como en sus planteamientos sociales.
La delegación de EH Bildu que presidió Arnaldo Otegi –y en la que también participaron las tres cabezas de lista de la coalición y el portavoz parlamentario, Iker Casanova– consiguió así dar por hecho que Elkarrekin Podemos –marca en la que se agrupan Podemos, Ezker Batua y Equo– será un fiel aliado tanto en Vitoria como en Madrid para poner en marcha el denominado derecho a decidir. Un concepto ambiguo que los partidos nacionalistas y Podemos interpretan como un «derecho democrático» y que sitúa al pueblo vasco como un sujeto político propio ajeno a la soberanía nacional que reconoce la Constitución española de 1978.
Tras apenas una hora de reunión en el Parlamento vasco, la interpretación del primer encuentro político de esta nueva legislatura le permitió a EH Bildu imponer su mayor protagonismo como segundo grupo con 18 parlamentarios, sobre los 11 obtenidos por la candidatura encabezada por Pili Zabala. Otegi y sus compañeras –que recogerán sus actas como parlamentarias el viernes– incidieron en la coincidencia en el análisis con Podemos para sumarles a un desarrollo del autogobierno en los parámetros fijados por los partidos nacionalistas. Pero además, EH Bildu también pretende liderar un «pacto de izquierdas» en el País Vasco –en el que incluiría al PSE-EE– con una amplia agenda social que tendría como punto de partida la negativa a asumir recortes como consecuencia de los ajustes de gasto que las administraciones vascas tendrán que llevar a cabo al no alcanzar el incremento de ingresos previsto para 2016.
La reunión, solicitada por EH Bildu, permitió a Otegi y a sus parlamentarios resaltar su capacidad para abrir un ámbito de negociación con un partido como Elkarrekin Podemos, situado en la oposición, mientras mantiene sus negociaciones con el PNV. Contactos que volverán a reactivarse la próxima semana y que, salvo sorpresa mayúscula, se quedarán en nada porque, como reconoció ayer Maddalen Iriarte –electa por Vizcaya–, lo más probable es que EH Bildu acabe presentando una candidata alternativa a Iñigo Urkullu en un pleno de investidura que posiblemente se celebrará a mediados de noviembre. La coalición abertzale concretará «muy pronto» una candidatura que apunta a Miren Larrion. Quien ni será candidato –fue inhabilitado por el Tribunal Supremo– ni permanecerá como asesor en el Parlamento vasco será Arnaldo Otegi, que como presidente de Sortu sólo «ayudará» a su grupo parlamentario desde fuera de la Cámara vasca.
Tampoco Elkarrekin Podemos quiso desvelar si aprovechará la sesión de investidura de Urkullu para confrontar el modelo del actual lehendakari en funciones con su propuesta y, de forma concreta, con su candidata, Pili Zabala. La portavoz de Podemos, Nagua Alba, se parapetó ayer en la necesidad de definir el «rol» del grupo parlamentario para no aclarar si finalmente Zabala se someterá a una compleja sesión de investidura en la que se podrían presentar hasta tres candidatos: PNV, EH Bildu y Podemos. «No queremos que esa investidura se convierta en un camino de rosas para Urkullu», dijo Nagua Alba durante su comparecencia ante los medios, aunque luego fue matizando esta posición hasta llegar a admitir que también con los turnos de respuestas al candidato Elkarrekin Podemos optaría a marcar un perfil propio. Alba reconoció las «múltiples posibilidades» de colaboración con EH Bildu tanto en Vitoria como en Madrid.