EL CORREO 12/04/13
· La puesta en marcha del foro con las ausencias del PP y UPyD evidenció ayer las diferencias del PNV y PSE con la izquierda abertzale.
La izquierda abertzale llevará a la ponencia de paz su discurso más reivindicativo. Así lo dejó patente ayer la intervención del representante de EH Bildu, Julen Arzuaga, tras la constitución oficial de este órgano parlamentario. La situación de los presos de ETA y la «conculcación de derechos humanos» serán las «prioridades» que la coalición pondrá sobre la mesa, en un foro que nace cojo de inicio. Tan solo el PNV, PSE y EH Bildu participarán en el mismo, después de la negativa del PP –al menos, a priori– y de UPyD a compartir este espacio con la antigua Batasuna.
Las palabras de Arzuaga evidenciaron las diferencias de criterio que existen entre unos partidos y otros a la hora de abordar el trabajo que se debe llevar a cabo en la ponencia. En especial, entre el PNV y el PSE con la izquierda abertzale, lo que hace prever que los consensos no serán sencillos. EH Bildu dejó claro desde el principio cuál será su objetivo como integrante de este foro y las declaraciones, especialmente duras, que varios de sus representantes han protagonizado en los últimos días no han hecho más que confirmar su apuesta. Mientras el PNV y PSE, e incluso la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, ofrecieron ayer un talante conciliador para intentar que el PP se sume a la ponencia, la coalición abertzale enumeró las materias «urgentes» que, a su juicio, deben abordarse en este órgano, con la política penitenciaria como eje central.
«Es momento de pasar de los debates virtuales a los reales», manifestó Arzuaga. El representante de EH Bildu fue el encargado de comparecer ante los medios de comunicación, pese a no ejercer de portavoz de la coalición –es suplente– en la ponencia. Este puesto lo ocupará Laura Mintegi. Como «prioridades de corte humanitaria», Arzuaga afirmó que su grupo planteará la necesidad de abordar la situación de los presos de ETA, máxime tras los últimos acontecimientos. Se refirió, en este sentido, a los fallecimientos de los reclusos de la banda terrorista Ángel Figueroa y Xabier López Peña, ‘Thierry’, en su opinión «víctimas de la política penitenciaria».
La coalición abertzale denunciará, asimismo, en el foro parlamentario la «conculcación de derechos democráticos básicos» que, según manifestó, sigue produciéndose, en alusión a la reciente condena a varios miembros de Segi. «Habrá que mirar al pasado, al presente y al futuro, pero no tendría lógica que una ponencia de paz y convivencia no tuviera en cuenta elementos de semejante actualidad», expresó Arzuaga. El parlamentario de EH Bildu, que abogó por «buscar un suelo ético que sea compartido, pero no impuesto» –en una crítica al acuerdo alcanzado en la pasada legislatura–, reivindicó que el foro «sirva como llave para mover a quienes se mantienen en la intransigencia y el inmovilismo», y como «altavoz para que el Gobierno de Madrid tome nota y actúe».
La actitud de la coalición abertzale llevó ayer a los populares a reafirmarse en la decisión que anunció la víspera su secretario general, Iñaki Oyarzábal. Es decir, a no participar en la ponencia hasta ver la evolución de EH Bildu porque, «por ahora, no se dan las mínimas condiciones». En el PP rechazaron ir más allá. No así UPyD, cuyo parlamentario, Gorka Maneiro, consideró que las palabras de Arzuaga «confirman» que «utilizarán» el foro para «legitimar los crímenes de ETA».
«Actitud proactiva»
La constitución de la ponencia no ha sido un camino fácil. Y es que la falta de consenso entre las principales fuerzas abortó en dos ocasiones previas su puesta en marcha. El PNV y el PSE confiaban en sumar al PP a este órgano, pero no pudo ser. Al menos, en las que serán sus primeras reuniones. La próxima se celebrará el 30 de abril. Será entonces cuando cada grupo presente su guión y se fije el programa de actividad del foro. Los portavoces de ambos partidos –Joseba Egibar por la formación jeltzale y José Antonio Pastor por el PSE– se congratularon de que la ponencia echase a andar. «No estamos todos, pero creo que lo estaremos», confió Egibar. Y es que, como declaró minutos antes la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, «la paz y la convivencia es trabajo de todos».
El burukide peneuvista llamó a tejer consensos «para empezar un nuevo tiempo». Subrayó la necesidad de alejarse de posicionamientos «pasivos» y abogó por adoptar una actitud «proactiva». «En este Parlamento está representada la pluralidad del país y nosotros tenemos una encomienda, una responsabilidad», añadió. Egibar, recordó que «lo que surge» de la Cámara vasca «tiene un efecto multiplicador en la sociedad» y señaló que el «suelo ético» aprobado en la ponencia creada en la pasada legislatura y refrendado en el pleno celebrado el 22 de marzo –EH Bildu se desmarcó al abstenerse en la votación– compromete a los partidos en la defensa de los derechos humanos , pero también «sirve para hacer una revisión» de lo que ha ocurrido. «Debemos interpretar el pasado y ganar el futuro», apostilló.
En esta última idea ahondó Pastor. El portavoz socialista afirmó que su partido mantendrá «la misma línea de trabajo» seguida en el anterior foro parlamentario. «Será EH Bildu quien deba hacer un ejercicio de autocrítica y colaborar para que ETA desaparezca», sostuvo. En este sentido, quiso lanzar un mensaje al PP: «El PSE se encargará de guardar el espacio para que se incorporen».
Pastor aseguró «entender» que pueda haber «recelos» en una parte de las filas populares, como también entre las víctimas, si bien –añadió– «quiero decirles que no se va a rebajar la exigencia hacia la izquierda abertzale». El dirigente socialista evocó que la antigua Batasuna pudo participar el pasado año en la anterior ponencia de paz, como también EA y Aralar, «aunque lo rechazaron», al tiempo que advirtió que el foro «no nace para lavar la cara a nadie».
EL CORREO 12/04/13