EL MUNDO – 01/09/16
· El Ayuntamiento de Pamplona exhumará los restos de los dos generales golpistas.
· Emilio Mola Vidal y José Sanjurjo Sacanell, dos de los líderes militares del golpe de Estado contra la Segunda República en 1936 que desembocó en la Guerra Civil, fallecidos ambos durante la contienda, dejarán de descansar en las tumbas que han ocupado hasta ahora.
Desde 1961, sus restos se encuentran en el Monumento a los Caídos de Pamplona, en un lugar de honor de la capital navarra, al final de la emblemática avenida Carlos III, en la plaza que hasta hace un año llevaba el nombre del conde de Rodezno, ministro de Justicia de Franco. Pero el Ayuntamiento que dirigen desde el año pasado EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi (marca de Podemos en la ciudad) e Izquierda-Ezkerra ha decidido que eso deje de ser así.
Primero, la plaza en la que se encuentra el monumento fue rebautizada como plaza de la Libertad, dentro del proceso impulsado por el alcalde de la izquierda abertzale, Joseba Asiron, para eliminar de Pamplona lo que considera que son huellas de la dictadura franquista. Y ayer, el Ayuntamiento anunció un nuevo paso en esa misión que se ha encomendado: en el plazo de dos meses, los restos de los generales Mola y Sanjurjo abandonarán la tumba en la que reposan desde hace más de medio siglo y serán entregados a sus descendientes.
«Desde hace ya meses, el Ayuntamiento ha venido haciendo las gestiones oportunas con la máxima discreción y respeto para llevar a cabo esta acción, con la que pretendemos cumplir la Ley de Memoria Histórica y dar respuesta a una reivindicación social que viene de lejos en nuestra ciudad», explicó ayer Asiron.
Al margen de la legislación nacional sobre Memoria Histórica, el Parlamento de Navarra aprobó una ley propia sobre esa materia en 2013 que recogía, entre otras cuestiones, la retirada «de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura».
Acompañado por el antropólogo vasco Francisco Etxeberria, el regidor de EH Bildu dio detalles de un proyecto que hasta ahora se había llevado con discreción, si bien Asiron ya había anunciado hace meses que su voluntad era «devolver los restos [de Mola y Sanjurjo] a sus familias», en parte porque los descendientes de los generales franquistas «son los primeros interesados en que esto se haga así», según explicó hace ahora un año.
Ayer recalcó que este proceso, que culminará con el cierre de la cripta del Monumento a los Caídos, ha contado con el visto bueno de las familias de los fallecidos cuyos restos se verán afectados, incluyendo a los descendientes de Mola y Sanjurjo. Además de los dos generales, la cripta guarda también los cadáveres de los caídos de mayor y menor edad del bando nacional en Navarra, así como fallecidos de cada una de las merindades o comarcas de la Comunidad Foral. Todos ellos, incluidos los dos generales (Sanjurjo en julio de 1936 y Mola en junio de 1937), murieron durante el transcurso de la Guerra Civil. Una vez exhumados los restos de todos ellos serán entregados a sus respectivas familias.
«No se trata de revanchismo, ni de favorecer a unos o a otros, sino más bien de cumplir la legalidad vigente y de hacer justicia con una parte de nuestra Historia, ya que esta es una situación que no se puede prolongar en el tiempo y no entendemos por qué hasta ahora no se ha procedido a clausurar este cementerio», apuntó el primer edil de Pamplona.
La exhumación de los restos de los ocho cuerpos será liderada por el antropólogo Etxeberria –al mando de «cinco o seis personas»– y durará una semana. Sin embargo, cuestiones administrativas y burocráticas que se pondrán en marcha hoy mismo provocan que los trabajos no vayan a iniciarse hasta el mes de noviembre.
EL MUNDO – 01/09/16