EL CORREO 20/01/15
· Apoyó en el Parlamento el texto de los jeltzales contra la ‘operación Mate’, que pide «que cada cual asuma su responsabilidad» para construir la paz
El acuerdo se presentaba, a priori, complicado porque cada uno de los grupos llegaba al debate con un texto propio y sin ‘cocina’ previa que hiciera pensar en la posibilidad de transaccionar enmiendas. Efectivamente, cada uno se mantuvo en sus posiciones y la izquierda abertzale no tuvo más remedio que asumir la posición de los jeltzales y respaldarla, ya que su iniciativa original, más dura formalmente, decayó al ser rechazada por el PSE, PP y UPyD. El PNV se abstuvo ante una resolución que acusaba a los responsables del operativo policial de intentar «imponer la indefensión y la impunidad ante la vulneración de los derechos humanos» de los reclusos y hacía suyo el «clamor» de la sociedad vasca en contra de la dispersión, con una mención expresa a la multitudinaria manifestación del 10 de enero en Bilbao.
Pese a su incapacidad para recabar apoyos a su iniciativa, la izquierda abertzale logró que el Parlamento se pronunciase expresamente en contra de la ‘operación Mate’, sin las dificultades que la Cámara encontró, por ejemplo, para aprobar una declaración institucional contra los atentados yihadistas en París, precisamente por la resistencia de EH Bildu a a dar por buena la redacción original, que mencionaba el «fanatismo» violento que también ha golpeado Euskadi. Ayer no tuvo problemas en respaldar la denuncia jeltzale de la «estrategia político-judicial» que atribuye al Ejecutivo del PP para perpetuar el «todo es ETA» y su «irresponsabilidad» al «presionar» a los jueces para «retrasar» la aplicación de la normativa marco europea sobre el cómputo de penas el mismo día que un juez de la Audiencia Nacional, a la espera de que se resuelva el recurso de ‘Santi Potros’ sobre el descuento de los años cumplidos en Francia, ordenó su detención por otras causas pendientes.
Aunque en su intervención el portavoz jeltzale, Joseba Egibar, insistió en que ETA debe «desaparecer» y recordó que su partido lo ha pedido «mil veces», la enmienda peneuvista no recoge la exigencia de disolución de la banda y se limita a ratificar el compromiso del Parlamento con la construcción de «un futuro de paz y convivencia» en el que cada cual «asuma el nivel de responsabilidad que le corresponde en las vulneraciones de derechos humanos que se han producido en nuestro pueblo», un argumento similar al que empleaba Pernando Barrena en una entrevista publicada ayer en EL CORREO, en la que instaba a «todos» los partidos a hacer autocrítica y «dar cuenta de las consecuencias de la violencia», también la ejercida «en nombre de la legalidad». El propio Egibar cargó las tintas en el Gobierno central y en su «cobardía política» al «recrear la ficción de que ETA todavía existe». En un tono algo más altisonante, Julen Arzuaga, de EH Bildu, denunció la «propaganda armada» del Gobierno central pero, eso sí, justificó su respaldo a la enmienda defendida por Egibar al considerarla una «respuesta firme» contra la ‘operación Mate’.
«Acompañante útil»
En ese contexto, en el que EH Bildu logró proyectar la imagen de una unidad de acción abertzale en realidad inexistente, el resto de grupos encontró el terreno abonado para criticar, sobre todo, al PNV, por haber ejercido de «acompañante útil» –en palabras del socialista José Antonio Pastor– de la izquierda abertzale. Más allá del reproche unánime al PNV, al que el PP afeó que contribuya al descrédito «del sistema» y al dibujo de una democracia de «baja calidad» con resoluciones judiciales «arbitrarias», los grupos no nacionalistas coincidieron también otra idea.Todos ellos dejaron patente que si ETA hubiera desaparecido, las detenciones no se habrían producido. Pastor incidió además en que los detenidos no lo fueron por ser abogados sino por su relación con ETA y que «entre sus derechos no se cuenta controlar en las cárceles» a los reclusos «por cuenta de la organización». Si ETA no existiera, insistió el dirigente socialista, sus presos tendrían vía libre para desentenderse «de la mordaza y el silencio» que les impone la organización. Tanto la popular Laura Garrido como Gorka Maneiro, de UPyD, recordaron la «poca vergüenza» de EH Bildu al erigirse en garante de los derechos humanos sin haber condenado a ETA.