EH Bildu, la plataforma política auspiciada por la izquierda abertzale tras la ilegalización de Batasuna, no quiso ayer condenar el atentado de ETA en el centro comercial Hipercor cuando se cumplieron 30 años de la brutal explosión que costó la vida a 21 personas y provocó heridas a medio centenar más. Sus representantes en el Parlamento de Navarra fueron los únicos que no apoyaron un escueto texto promovido por la parlamentaria del Partido Popular Ana Beltrán en el que, en dos únicos puntos, se «condenaba la masacre de Hipercor» y el Legislativo navarro se comprometía a «trabajar por la dignidad, la memoria y la justicia de las víctimas del terrorismo».
Mientras el grupo parlamentario de EH Bildu se refugiaba en la abstención para no condenar a ETA, su líder, Arnaldo Otegi, aseguraba que por «prudencia» su partido había descartado participar en los actos en recuerdo de las víctimas de este atentado terrorista.
EH Bildu se encontró pues en Navarra con la oportunidad de respaldar una escueta declaración de condena del atentado etarra de Hipercor, pero tras ser el único grupo en abstenerse su portavoz parlamentario, Maiorga Ramírez, denunció la «utilización» por parte del PP por presentar por vía de urgencia un texto refrendado por UPN y PSOE, pero también por Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkera, sus socios en el Ejecutivo presidido por Uxue Barkos.
Ramírez, secretario general de Eusko Alkartasuna, destacó que «por todos es conocido» su «compromiso de rechazo y condena de todo tipo de acto de violencia», sin explicar por qué esa misma actitud la mantiene cuando se trata de posicionamientos políticos que conciernen a EH Bildu, la coalición controlada por la izquierda abertzale a través de Sortu.
Ayer, hasta Arnaldo Otegi –ex miembro de ETA y líder de Herri Batasuna– se mostró contrario al atentado etarra. «Jamás tenía que haber pasado», manifestó Otegi tras la primera reunión de la nueva dirección de EH Bildu. El líder de la izquierda abertzale llegó a afirmar que la ausencia de representantes de su partido en los actos de homenaje a las víctimas de Hipercor constituía una medida de «prudencia» porque «quizá generaría más problemas que otra cosa».
El debate político en Navarra sobre uno de los atentados más sangrientos del terrorismo etarra se produjo en otra peculiar sesión de la Junta de Portavoces y la Mesa del Parlamento de la comunidad, que ayer se celebró en Alsasua para incidir en el apoyo de los cuatro partidos que sostienen al Gobierno navarro a los detenidos por participar en la agresión sufrida el pasado 14 de octubre por dos guardias civiles cuando se encontraban en un bar de esta localidad navarra.
EH Bildu, junto a los otros tres partidos que pactaron desalojar a UPN de la Presidencia de Navarra, consiguieron aprobar una declaración en la que reclaman que la instrucción del caso se traslade a la Audiencia Provincial de Navarra, que estimó que no existían indicios para encuadrar esta agresión colectiva como un delito de terrorismo. Un criterio que choca con el de la Audiencia Nacional que instruye la investigación, que ordenó la prisión provisional de tres de los presuntos culpables de la agresión y cuyo criterio fue avalado por un auto del Tribunal Supremo que el pasado 1 de junio estimó que los hechos investigados sí encajan en el artículo 573.1 del Código Penal, zanjando la disputa jurídica abierta entre la Audiencia Provincial de Navarra y la Audiencia Nacional.