Tonia Etxarri-El Correo

Dos ganadores de las elecciones: el PP y EHBildu. En el sufragio con aroma de plebiscito sobre la gestión de Sánchez, el centro derecha ha logrado arrebatar al PSOE dos feudos tradicionales como la Comunidad Valenciana, Aragón y la alcaldía de Sevilla. Y en estos resultados, Bildu ha jugado un papel esencial. Para explicar la pérdida de apoyos al Partido Socialista porque en el resto de España han castigado, entre otras razones, su inexplicable alianza. Y para comprobar que el fenómeno electoral en el País vasco ha sido, exactamente, todo lo contrario. Que el escándalo con la inclusión de 44 expresos de ETA en sus listas iba a perjudicar al PSOE en el resto de España, aunque no al grupo de Otegi, se daba por hecho, pero que el victimismo de la coalición iba a provocar un reagrupamiento de fuerza electoral se lo temía el PNV y las urnas lo han confirmado. Ironías de la política. El PNV pacta con Sánchez y es Sánchez quien les devuelve el dardo envenenado de la subida del grupo de Otegi.

Si Bildu se ha impuesto en Vitoria, gana dos concejales en San Sebastián y lidera las Juntas Generales de Álava y Gipuzkoa, ha dado un paso más cerca de la alternancia al PNV. El partido de Andoni Ortúzar ha acusado el desgaste del poder también en Bilbao. Y Bildu subiendo, hasta el punto de desplazar a los socialistas del segundo puesto.

LLegar a gobernar en Ajuria Enea es el reto de Bildu si, cuando llegue el momento, los socialistas se avienen a tejer ese gobierno con la ayuda de Podemos. En La Moncloa ya funciona ese tándem con otro orden de factores, que no altera el producto. Porque Bildu, desde fuera, se ha convertido en pilar fundamental que ha sostenido al PSOE y Podemos en el Gobierno de España. También el de Navarra. Ayer ganó UPN en la Comunidad foral donde seguramente no gobernará porque María Chivite volverá a pactar con Bildu. Desde las elecciones generales de 2019 el voto no nacionalista había dejado de ser atractivo en Euskadi pero los socialistas vascos han subido votos en Juntas y ayuntamientos. Y el PP de Carlos Iturgaiz ha recuperado concejales en municipios y junteros en los tres territorios que se les habían ido al PNV.

A la luz de los resultados en toda España, el PP tendrá que buscar un relato convincente sobre Vox, de quien dependerá para gobernar en algunas comunidades y ayuntamientos. Sin escurrir el bulto. Porque la campaña para las próximas elecciones generales está a punto de empezar. Y los electores necesitan certezas. Algo más sólido que los argumentos de Patxi López cuando dijo que los socialistas habían pactado con el grupo de Otegi porque, «mientras la izquierda abertzale da pasos, la derecha se mimetiza con Vox» Y en el PSOE ya habrán tomado nota. No se puede gobernar el país sin Andalucía, sin Madrid y sin la comunidad valenciana.