Nicolás Redondo-Editores

Los grandes sujetos de la historia son el producto de esfuerzos, en ocasiones grandes sacrificios, generaciones que han perseguido el mismo objetivo de grandeza, de superación. Tambien influye el factor humano, los lideres que se han impuesto en ocasiones a las adversidades, a la resignación.

La Unión si quiere influir debe saber que esa regla es inevitable siempre, mas en tiempos convulsos, incompatibles con la resignación o las mesas de dialogo con fanáticos dictadores y terroristas.
El diálogo solo lo inician quienes tienen fuerza, capacidad para influir y condicionar.

La Unión no está en la solución del terrible y dramático conflicto bélico iniciado por el terrible atentado de Hamas y los intereses muy discutibles de Netanjahu. Tampoco estaremos en Alaska en la solución de una guerra que provocó Putin y afecta a nuestras fronteras.

Somos irrelevantes y lo seguiremos siendo mientras no sepamos que para estar, para ser tendremos que esforzarnos y probablemente sufrir. Enfrentarnos a veces decir que no a nuestros amigos para que nos respeten.
Para ese empeño no podemos tener lideres inodoros , incoloros e insípidos y Ursula Von der Leyen por desgracia es la mas genuina representación de lo que justamente no necesitamos . Pero lo que necesitamos sólo podrá ser cuando lo lideres nacionales sepan renunciar, sepan que existe un empeño superior, sin el cual sus paises tampoco tendrán el sentido que tuvieron.

Y a la cola de los países de la Unión España, con un Gobierno integrado por ministros que están en contra de la OTAN, que confuden EEUU con Trump y a Israel con Netanjahu. Un Gobierno que deja instalaciones sensibles para la Seguridad Nacional en manos de China, y empeñado, de la mano de Zapatero, en darle lustre a Maduro, desdeñando la clara determinación de los venezolanos . A a a cola un país que ha dejado de ser fiable para sus socios.