EL CONFIDENCIAL 05/07/17
· Sin embargo, una mayoría del 47,6% se opone a que se disuelva temporalmente el autogobierno en caso de que se celebrase la consulta soberanista. La visión es opuesta a la de Cataluña
No es la mayoría, pero sí es un porcentaje muy abultado. Hasta el 40% de los españoles considera que habría que suspender la autonomía de Cataluña si finalmente se celebrara el referéndum unilateral del 1 de octubre. Otro 48%, prácticamente, rechaza esa posibilidad.
La percepción de la consulta soberanista es muy distinta si se pregunta en Cataluña o en el resto de España. Así lo demuestra la encuesta del Instituto DYM para El Confidencial, confeccionada a partir de 1.219 entrevistas en toda España (531 de ellas en Cataluña) realizadas entre el 22 y el 28 de junio, justo en la antesala de que el Govern de la Generalitat presentara los detalles del referéndum del 1-O.
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Como había publicado este periódico el pasado lunes, el 60,9% de los catalanes apoya la consulta unilateral, y otro 86,2% se mostraba de acuerdo con una que estuviera pactada entre el Ejecutivo autonómico y Mariano Rajoy, posibilidad esta última descartada en tanto que el presidente entiende que no hay forma de trocear la soberanía nacional y por tanto no cabe en la Constitución ningún plebiscito sobre la separación de una parte de España.
Los más partidarios de adoptar una medida extrema son los hombres, los mayores y los votantes de Ciudadanos y del PP
DYM pregunta al conjunto de la ciudadanía española sobre ese referéndum unilateral, sobre qué ocurriría si, pese a no autorizarlo el Gobierno, se celebrase. Un 40% defiende que en ese caso el Ejecutivo central debería suspender la autonomía de Cataluña, mientras que un 47,6% se opone a esa medida extrema y otro 12,3% no sabe o no contesta
Qué dice la Ley Fundamental de 1978
La previsión de la paralización de la autonomía es una de las interpretaciones más recurrentes del artículo 155 de la Carta Magna, que dice esto: «Si una comunidad autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al presidente de la comunidad autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general».
El 55% de los españoles opina que el Gobierno no debería permitir la celebración de una consulta unilateral en Cataluña; otro 38,5% la tolera
Es esta redacción, y la previsión de ‘adoptar las medidas necesarias’ para obligar a una comunidad a cumplir la ley, la que ha hecho que se resuma este precepto como la suspensión de la autonomía. Pero algunos constitucionalistas advierten de que el mecanismo al que se refiere la Ley Fundamental de 1978 es el de la «coerción federal«, que se toma prestado de la Carta Magna alemana, sin llegar a la suspensión o disolución de los órganos territoriales que sí recogen las normas supremas de Austria, Argentina o Alemania. No obstante, el 155 nunca ha sido desarrollado a través de una ley ni se ha aplicado en España. Tampoco Rajoy ha precisado si recurrirá a este instrumento si el Govern no se echa atrás. No es el único resorte que tiene a mano: puede acudir a la última reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que permite la suspensión de los cargos públicos que incumplan sus sentencias y deducir el testimonio de particulares para exigirles responsabilidad penal.
De cualquier modo, la visión es muy distinta en Cataluña y fuera de ella. Así, solo el 14,9% de los catalanes apoya esa eventual suspensión de la autonomía, por el 44,8% de ciudadanos del resto de España que sí la respaldaría. De igual manera, un 78,2% de los catalanes rechaza esa disolución temporal del autogobierno, frente al 41,8% que piensa lo mismo en el resto del país. Quienes están mayoritariamente de acuerdo con la suspensión son los hombres (el 46,7% la refrendan, por el 33,4% de las mujeres) y los mayores (contrasta el 35,9% de los jóvenes de 18 a 25 años que defiende esta medida extrema con el 50,1% de los de 66 a 75 años que la comparten).
Los que consideran que el Ejecutivo central ha de emplearse a fondo para impedir el referéndum son los electores de PP, PSOE y Ciudadanos
Quienes están a favor de la aplicación del 155 son, principalmente, los votantes del PP y de Ciudadanos. Así, el 56,3% de los que optaron por Rajoy en las últimas elecciones y el 57,2% de los que eligieron a Albert Rivera creen positiva la suspensión de la autonomía catalana. Rechaza la adopción de esa medida, en cambio, el 63,7% de los electores de Unidos Podemos. Los votantes socialistas están más divididos: un 45,6% se opone a la disolución interina del autogobierno de Cataluña, pero otro 43,5% la respalda. En congruencia con estos números, el 66% de los encuestados que se ubican en la derecha apoya esta medida extrema, frente al escaso 17% de los individuos progresistas que la comparte.
Qué hacer si hay convocatoria
Si la Generalitat convoca definitivamente el referéndum para el 1 de octubre, ¿qué debería hacer el Gobierno? Pues ante esta pregunta, el 55% de los españoles cree que el Ejecutivo de Rajoy no debería permitir que se celebrase, y otro 38,5% opina que sí debería dejar que tuviera lugar. De nuevo, hay un abismo entre lo que ocurre en Cataluña y fuera. El 76,3% de los catalanes sostiene que Rajoy debería permitir que se celebrara la consulta, mientras que solo un 31,3% de ciudadanos del resto de España considera que habría que tolerarla. A la inversa, apenas un 18,2% de los catalanes juzga que si hay prohibición estatal del referéndum, el Gobierno debe paralizarlo, por un 61,9% de encuestados del resto del país que cree eso mismo. Lo esperable, en caso de que el Govern no recule, es que Rajoy acuda al Tribunal Constitucional y sea este el que paralice la convocatoria.
El 46,9% de los ciudadanos se muestra favorable a un plebiscito sobre la independencia de Cataluña en el que participen todos los españoles
El 84% de los que eligieron a Ciudadanos en las últimas elecciones, el 79,4% de los que votaron al PP y el 61,3% de los que apostaron por el PSOE entienden que el Ejecutivo debería hacer lo posible para que el referéndum unilateral no se celebrara. En cambio, la mayoría de los electores de Unidos Podemos (el 61,2%), para ser exactos, cree que La Moncloa tendría que hacer la vista gorda. El 68,2% de los que se califican de izquierdas y el 50,3% de los que se ubican en el centro izquierda defienden esa permisividad del Gobierno. La oposición a esa consulta es más acentuada en el centro (58,9%) y en la derecha (76,8%).
Las respuestas son distintas si lo que se pregunta es sobre la acogida de un referéndum con otras condiciones. El 46,9% de los españoles se muestra favorable a una consulta sobre la independencia de Cataluña en la que voten todos los ciudadanos del Estado. Otro 28,1% se manifiesta contrario a cualquier tipo de plebiscito sobre la secesión de Cataluña y un 22,2%, en cambio, sí está de acuerdo con una consulta separatista en que participasen únicamente los catalanes.
Esta última opción, sin embargo, es la mayoritaria en Cataluña: la comparte el 60,6% de sus conciudadanos. Si se aísla el resto de España, la alternativa que emerge con más fuerza (defendida por el 51,7%) es la de un referéndum en el que pudiesen votar todos los españoles. Esta posibilidad es la que apoyan los votantes de todos los partidos de ámbito nacional, desde los electores del PP (47,7%), del PSOE (47,2%), de Unidos Podemos (49%) y de Ciudadanos (51,7%).
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¿Y quién es visto en Cataluña como el líder del ‘procés’? El 25,7% de los catalanes señala al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Otro 17,8% apunta a su vicepresidente, el republicano Oriol Junqueras, mientras que un 13,8% cree que el que sigue tirando del carro es el exjefe del Govern Artur Mas. Un 7,3% cita que quien abandera el desafío secesionista es «el pueblo, la gente».