EL CORREO 19/03/14
· Un sondeo de la Generalitat desvela que los partidarios de crear un nuevo Estado europeo han subido cinco puntos desde noviembre.
A nueve meses de la consulta soberanista, fijada por CiU, ERC, ICV y CUP para el 9 de noviembre, el apoyo a la independencia de Cataluña alcanza cotas históricas. El Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) hizo pública ayer una encuesta que concluye que el 60% de los catalanes son partidarios de la secesión, un porcentaje que supera en cinco puntos al resultado que arrojó otro sondeo del mismo organismo oficial del mes de noviembre. Y que sobrepasa además en tres puntos a la mayor cifra registrada hasta la fecha en una prospectión demoscópica de la administración catalana, que se dio en octubre de 2012, justo después de la celebración de la multitudinaria manifestación de la Diada, que se considera que encendió la mecha del actual proceso soberanista.
En concreto, la muestra del CEO, a partir de la respuesta de 1.600 encuestados, señala que el 59,7% de la ciudadanía catalana está a favor de que Cataluña sea un nuevo Estado de Europa en los próximos años, frente al 17% que se muestra en contra. Aunque el concepto sobre el que se cuestiona en esta ocasión –Estado propio en la UE– no es el mismo que en las oleadas trimestrales –independencia sí o no–, sí pone en evidencia que la tensión territorial no se enfría y que el auge del independentismo aún no ha tocado techo. El contexto en el que fue presentado el sondeo, por tanto, no es casual, pues se produce justo cuando el Ejecutivo catalán reclama un acuerdo con Madrid para celebrar una consulta acordada o tolerada y cuando pide asimismo una oferta al Estado como alternativa a la independencia.
La Generalitat, que no espera movimientos del Estado como mínimo hasta después de las elecciones europeas, toma posiciones ante una posible negociación presionando con la encuesta y lo hace además elevando el tono soberanista: Artur Mas aireó el domingo el fantasma de una declaración unilateral de independencia, pocos días después de amenazar por primera vez con poner las urnas el 9-N para intentar celebrar el referéndum, cuando hasta ahora se limitaba a afirmar que convocará la cita.
Desde el Gobierno catalán, su portavoz, Francesc Homs, que insistió ayer en no descartar la declaración unilateral, evitó valoraciones numéricas de la muestra del CEO y señaló que la encuesta que «queremos hacer es la de la consulta». Todo lo demás, dijo, son «estimaciones» que ponen de manifiesto la «voluntad política de un pueblo para decidir su futuro». Sobre los resultados del sondeo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo que no se trata de «un asunto de mayorías o minorías sino de legalidad o ilegalidad internacional», dejando claro que el referéndum catalán no se ajusta, según el Gobierno central, a la Constitución.