EL CORREO 25/01/13
· Los populares se niegan a respaldar la puesta en marcha de este grupo de trabajo mientras la izquierda abertzale no condene la historia de ETA.
El día de la marmota versión Parlamento vasco. La Cámara de Vitoria volvió a transitar ayer por el fango del llamado conflicto vasco y la incapacidad de los partidos para alcanzar acuerdos cuando encima de la mesa tienen cuestiones como la actividad de ETA y el final del terrorismo. Los grupos fueron incapaces de consensuar una declaración de condena de la violencia –tema que ya ha sido planteado en el Legislativo en infinidad de ocasiones– y de reactivar la ponencia de paz y convivencia que echó a andar a mediados del año pasado.
El abismo que separa al PP vasco y a EH Bildu imposibilitó cualquier clase de entendimiento entre las cuatro grandes fuerzas parlamentarias. Heridas abiertas por treinta años de sinrazón terrorista. La incapacidad para alcanzar cualquier acuerdo en temas vinculados con ETA quedó de manifiesto desde el primer momento. Arrancó con el plante de populares y UPyD ante la designación oficial como senador autonómico de Iñaki Goigoaga, abogado de presos al que la Fiscalía acusa de formar parte de la banda tras las acusaciones que recientemente ha vertido el exterrorista José Miguel Latasa Getaria, que en una página de Internet señaló a Goioaga como enlace entre reclusos y cúpula etarra. Y continuó con la puesta en marcha de la ponencia de paz y la proposición del PP para que EH Bildu condenara el terrorismo.
De hecho, estos dos puntos del orden del día se entremezclaron en el debate. El PSE decidió en el último momento aplazar una semana la votación en torno a la recuperación de la ponencia de paz, con lo que los argumentos de unos y otros se escucharon durante el siguiente asunto, el del rechazo a tres décadas de atentados y extorsión. De forma previa a la discusión, los representantes de cada grupo mantuvieron varios contactos en un intento a la desesperada de evitar un nuevo fracaso.
José Antonio Pastor (PSE), Joseba Egibar (PNV), Laura Mintegi (EH Bildu) y Carmelo Barrio (PP) charlaron en el arranque de la sesión. El portavoz socialista propuso que todos los grupos renunciaran a sus respectivas enmiendas y votaran a favor del siguiente acuerdo: «El Parlamento vasco se compromete a poner en marcha una ponencia de paz y convivencia en un mes». El único que no aceptó esta fórmula fue el representante del PP. Concluida la reunión y ante los periodistas Barrio vinculó un futuro voto a favor a que la izquierda abertzale condene los crímenes de ETA.
Los populares vascos creen que PSE y PNV están cediendo a las pretensiones de EH Bildu y exigen que el punto de partida para la nueva ponencia sea el texto de mínimos que se acordó en julio pasado. El documento, firmado por todos los partidos excepto Bildu, establecía que «la paz y la convivencia futura requieren el reconocimiento de la injusticia de la violencia, el reconocimiento del daño causado y de la dignidad de las víctimas, todas ellas merecedoras del derecho a la verdad, la justicia y la reparación».
La izquierda abertzale rechaza de pleno este «punto de partida» y ha amenazado al resto de grupos con no participar en la posible ponencia si en su composición se incluye expresamente la referencia al acuerdo de hace medio año. Sí están dispuestos a entrar en la ponencia si el único compromiso es que se debe poner en marcha en el plazo de un mes. Consideran que esa sería una buena «pista de aterrizaje» para ellos.
Socialistas e independentistas esperan que el PP se pueda sumar al acuerdo en el pleno del próximo día 31 y creen que la renuncia de ayer obedece a la bronca que se había suscitado por la designación de Iñaki Goioaga como senador. El respaldo de los populares parece, sin embargo, complicado. El propio Carmelo Barrio reconoció ayer la posibilidad de que la ponencia de paz pueda echar a andar con los votos a favor de PNV, PSE y EH Bildu y en contra del PP. Otra cosa es que los populares se nieguen a tomar parte de unas reuniones que se celebrarían a puerta cerrada.
«Déficit de legitimidad»
Los argumentos de unos y otros quedaron expuestos en el punto siguiente del orden del día, el que, a iniciativa del PP, pedía que el Parlamento condenara a ETA. Una propuesta que solo tenía como destinatario a EH Bildu, pues el resto de fuerzas ya han rechazado a la banda en innumerables ocasiones.
La popular Arantza Quiroga instó a PNV y PSE a «marcar dónde se debe poner el listón de la democracia» y subrayó el «déficit de legitimidad» que arrastra EH Bildu mientras «no reconozca el daño causado»
–«Hitler tuvo 17 millones de votos», enfatizó–. Gorka Manerio (UPyD) pidió a la Fiscalía «abrir un proceso de ilegalización» contra Bildu, Amaiur y EH Bildu porque «siguen sin cumplir la ley de partidos» al no condenar a ETA. Pastor (PSE) acusó a los populares y a Maneiro de haber iniciado una competición por ver «quién es más duro». Egibar (PNV) exigió la disolución de ETA y abogó por que el Parlamento se convierta en un «agente activo» ante la falta de pasos de Rajoy. Y Julen Arzuaga (EH Bildu) aludió a la Declaración de Aiete como ‘hoja de ruta’ mientras acusaba al PP de estar «anclado en el pasado».
La propuesta de los populares para aprobar una condena de ETA no salió adelante. El tema deberá, no obstante, votarse de nuevo la próxima semana. La enmienda a la totalidad del PNV reflejó, por dos veces, un empate: 27 votos a favor jeltzales frente a otros 27 en contra de PSE, PP y UPyD y las 21 abstenciones de EH Bildu. Euskadi». En la misma línea, el representante de UPyD, Gorka Maneiro, tildó el nombramiento de Goioaga de «provocación» e «insulto a la sociedad democrática».
El pleno aprobó finalmente la designación de los tres senadores: Jokin Bildarratz, con los 24 votos del PNV; Iñaki Goioaga, con los 21 de EH Bildu, y Tontxu Rodríguez, con el respaldo del PSE y tres votos prestados del PNV.
EL CORREO 25/01/13