Que los grupos del entorno de la izquierda radical vasca hagan causa común con los corsos no es noticia. Pero sí que, en un congreso en el que estuvieron presentes unos quince grupos independentistas europeos, las únicas palabras que se citen de un grupo no corso sean las de Askatasuna. Especialmente si se trata de un rotativo parisino.
Los independentistas corsos reclamaron de nuevo el sábado en Corte (Alta Córcega) el acercamiento a la isla de los presos encarcelados en el continente, condición previa para una solución política global de la cuestión corsa.
“Si se quiere conseguir una solución política, antes hay que arreglar el problema de los presos”, declaró Pierre Poggioli del partido Corsica Libera, organizador de las Jornadas Internacionales de Corte. Frente a unos trescientos militantes y simpatizantes, entre los que se encontraban en las primeras filas mujeres, compañeras, madres y hermanas de los detenidos vestidas con camisetas negras serigrafiadas con la inscripción “Sulidarita”, los responsables de asociaciones de apoyo corsas , y también vascas, reclamaron el acercamiento de unas decenas de presos insulares.
Recordaron que mantenerlos en las prisiones del continente arruina a familias que en ocasiones deben realizar viajes de varios días para visitarlos y que, además, los padres mayores o enfermos no pueden ir a ver a sus familiares encarcelados.
La abogada Rosa Prosperi, de Corsica Libera, subrayó en el transcurso de esta reunión pública consagrada a la represión y a los derechos humanos que la solicitud de acercamiento “es ahora unánime en la sociedad corsa”.
Recordando especialmente que la Asamblea Corsa, de mayoría de izquierdas desde las elecciones territoriales de marzo, votó por unanimidad una moción en este sentido y que un diputado de UMP de Alta Córcega había presentado un proyecto de ley a este respecto, consideró que “la situación no sólo no evolucionaba sino que se tensaba todavía más”.
La quincena de organizaciones vascas, catalanas, sardas, kanaks y, por primera vez en quince años, el Sinn Féin irlandés, apoyaron a “ todos los presos políticos corsos”. La representante del partido independentista vasco Askatasuna, Anaiz Funosa, denunció “el constante acoso de las fuerzas de seguridad en Francia y la tortura en España” hacia los militantes vascos así como la situación de los “740 presos políticos vascos de los cuales, 160 están en Francia”.
La señora Prosperi también denunció “la puesta en marcha de una política sistemática de fichaje de los militantes políticos y sindicales en Córcega”.
Recordó que Corsica Libera lanzó hace varios meses una campaña de desobediencia civil para que las personas detenidas rechacen sistemáticamente la obtención del ADN.
Subrayando que los tribunales de Córcega han puesto en libertad a las personas que se han negado a la obtención de las huellas genéticas, la señora Prosperi se lamentó que “desde hace unos meses, la fiscalía recurra sistemáticamente esas decisiones”.
Estas 29 Ghjurnate Internazionale di Corti, que se desarrollan en la Universidad Pascal Paoli de la capital histórica de Córcega, en el corazón montañoso de la isla, dedican el domingo a temas como la oficialización de la lengua corsa, la ciudadanía y la lucha contra la especulación territorial e inmobiliaria.
La implantación de la ciudadanía es una de las mayores reivindicaciones de los independentistas, ya que su concesión es la condición para poder adquirir, después de diez años de residencia permanente en la isla, de un bien inmobiliario en Córcega.
Una gran concentración de Corsica Libera, que obtuvo cerca del 10% de los votos en las elecciones y tiene cuatro representantes (de 51) en la Asamblea de Córcega, clausurará estas jornadas.
La principal fuerza nacionalista, los autonomistas de la coalición Femu a Corsica (Construyamos Córcega), que cuentan con once escaños en la Asamblea de Córcega (26% de los votos de las elecciones), no participa.
Le Parisien, 7/8/2010