ABC 12/01/17
· Rajoy y Ortuzar se vieron en La Moncloa el puente de diciembre para sondear el marco de un «pacto amplio»
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar, se reunieron el pasado puente de diciembre en una cita discreta que tuvo lugar en el Palacio de La Moncloa. El encuentro, según ha sabido ABC, es el primero formal entre ambos dirigentes en esta nueva etapa de diálogo fluido que principalmente alimentan por teléfono, tras años de recelo mutuo.
Un acuerdo a largo plazo El Ejecutivo ve en el PNV un socio en el que apoyarse esta legislatura, más allá de los presupuestos, y el PP está dispuesto a llevar la negociación a lo político Rajoy recibirá a Urkullu El presidente recibirá al lendakari tras la cumbre autonómica del día 17, a la que Urkullu no acudirá. Su última reunión fue en septiembre de 2014
El Ejecutivo ve en el PNV un socio potencial en el que apoyarse dado que en este momento solo cuenta con el respaldo, inestable y insuficiente, de Ciudadanos y Coalición Canaria. En ese clima de entendimiento, el lendakari, Iñigo Urkullu, ha desvelado que Rajoy le ha anunciado una próxima reunión tras la Conferencia de Presidentes del día 17, donde el dirigente vasco no estará porque reivindica un trato «bilateral».
Buena sintonía
Fuentes consultadas por este diario confirman que más allá de la negociación presupuestaria, el PP explora un acuerdo de mayor alcance con los nacionalistas vascos, a los que Moncloa considera un interlocutor fiable y moderado, en las antípodas de sus pares catalanes. El objetivo, aún inmaduro, es trazar sobre el PNV un eje parlamentario mayor que soporte votaciones decisivas para el Gobierno, ahora al albur de la oposición en el Congreso de los Diputados. El grupo vasco ya votó en diciembre a favor del techo de gasto tras llegar Sabin Etxea a un acuerdo directo con el ministro Cristóbal Montoro. El Ejecutivo quiere que la sintonía perdure.
En ese contexto, el presidente Rajoy y Ortuzar aprovecharon su encuentro de diciembre para dibujar un marco de juego político por el que transitar a lo largo de toda la legislatura, lo que abre la puerta a acuerdos más allá de los estrictamente económico-financieros, incluso los que hoy por hoy son tabú. Uno de esos asuntos hasta ahora inexplorables para el Gobierno es la política penitenciaria y los presos de ETA, que el PP no tiene intención de modificar mientras la banda no se disuelva y los terroristas pidan perdón. No hay hoy ningún compromiso, pero la novedad es que los populares se abrirían a estudiar gestos en un asunto muy delicado para su electorado, según las fuentes consultadas.
Los nacionalistas creen que en un nuevo panorama, después de cinco años del final del terrorismo y con un Parlamento donde es mayoritaria la posición de favorecer un acercamiento a las cárceles cercanas al País Vasco, incluido el PSOE, el Gobierno estaría dispuesto a observar esa medida con otros ojos. Los populares lo abordan en privado con extrema cautela.
Acuerdo entre gobiernos
En todo caso, advierten ambas partes, la cuestión de los presos no centrará las negociaciones, donde figuran otros asuntos de especial interés para el Gobierno del PNV, como la retirada de recursos judiciales interpuestos por la Abogacía del Estado sobre normativa vasca. Esta semana se ha desactivado una de vital importancia para Vitoria, la Ley Municipal, y podrían llegar más acuerdos en próximas horas.
Las mismas fuentes apuntan al objetivo de cerrar un acuerdo inicial entre PP y PNV para rechazar la enmienda a la totalidad anunciada por el PSOE a los Presupuestos. Para ello, los contactos a nivel técnico arrancarán en el Congreso en próximas fechas cuando regrese a Madrid el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban. El diputado vasco será el «puente» para acuerdos futuros con el Ejecutivo de Urkullu en torno al Cupo vasco o inversiones como el AVE.
Cuidadanos, primero
Pero antes de sentarse en la mesa con los nacionalistas, el PP quiere tener atado otro cabo suelto: la negociación con Ciudadanos. Hasta ahora, el Gobierno se ha dedicado a atender las exigencias del partido de Albert Rivera, su «socio preferente», que está resultando un escollo difícil. Los populares lamentan que C’s está más preocupado por incluir todas y cada una de las partidas previstas en su pacto de investidura, que por el hecho de que se lleguen a aprobar las nuevas cuentas. «En el contexto de restricción que tenemos ahora no se puede incluir todo. ¿Qué es más importante para el país, aprobar una partida determinada o aprobar nuevos Presupuestos?», se pregunta retóricamente una fuente cercana a la negociación.
A ello se une que Ciudadanos no está otorgando al PP el apoyo esperado en las votaciones parlamentarias. Aunque el acuerdo firmado entre ambas fuerzas se circunscribía a la investidura, los populares confían en contar con un apoyo más estable del grupo naranja, sobre todo en votaciones difíciles. Creen que la falta de apoyo de Ciudadanos al Gobierno en determinados temas obedece a su estrategia de no quedar retratado como un partido «muleta» de Moncloa, pero que esta percepción se diluiría si el bloque conservador sumara más apoyos y de ahí esa búsqueda de un acuerdo amplio con el PNV, a semejanza del existente con Coalición Canaria.