EL MUNDO – 09/07/17
· El acuerdo del G-20 deja por escrito las divisiones entre los 19 líderes y Donald Trump.
· Estados Unidos se aísla del concierto internacional y al presidente Donald Trump no le importa que quede por escrito.
En el comunicado final de la cumbre del G-20 que se celebró el pasado viernes y ayer en Hamburgo, Washington no sólo ratifica su decisión de abandonar el Acuerdo de París sobre el Clima, sino que ahonda en su posición negacionista ofreciéndose a ayudar a otros países a acceder a combustibles fósiles de manera más limpia y eficiente. A renglón seguido, el resto de los miembros del club de los 20, desde Rusia a China pasando por Reino Unido, Francia, Canadá, Japón, India, Argentina y hasta la petrolera Arabia Saudí, responden a la provocación reafirmando su compromiso con el pacto medioambiental.
«Estoy muy satisfecha con el resultado de la cumbre. Tenemos un comunicado aprobado por unanimidad y eso ya es un éxito», declaró la canciller alemana, Angela Merkel, especialmente «contenta» con la mención por el clima porque todas las potencias, menos Estados Unidos, ratificaron su apoyo al Acuerdo de París, que, reiteró, es un pacto «irreversible» que se debe aplicar «lo mas rápido posible». Es decir, Estados Unidos, si intentó romper el bloque y nivelar la balanza en su favor, no lo logró.
Merkel dijo que se negoció hasta última hora porque el resto de países quería dejar claro que la mención al carbón y al gas natural era únicamente a petición de Washington. La canciller no ve posibilidades de cambio en la postura estadounidense y lamentó que no hubiera habido consenso en el asunto del clima.
Y así, en una rueda de prensa tras concluir la cumbre, la jefa del Gobierno germano recordó que desde el inicio se mostró dispuesta a trabajar para lograr compromisos, pero también decidida a no ocultar los «disensos» y el comunicado final muestra esos «desacuerdos».
CAMUFLAJE SEMÁNTICO
El segundo «desacuerdo» más importante –y más camuflado por la semántica– se refiere al libre comercio. Fiel a la tradición, el G-20 reconoció las bondades del comercio y de las inversiones y se comprometió a luchar contra el proteccionismo y las prácticas comerciales injustas. Pero, y por primer vez en la historia de este grupo, el comunicado estipula que «ante prácticas injustas», los países podrán recurrir a «instrumentos legítimos de defensa comercial». Con esta coletilla –un peaje en la negociación según sherpas europeos– se aúnan sensibilidades en torno al comercio internacional, sobre todo de Estados Unidos.
Para compensar esa «concesión» el documento hace referencia explícita a organizaciones como la UNTAD y la OMC.
En materia laboral, los líderes reconocieron los retos que suponen la globalización, la digitalización y la automatización; y defendieron que para mejorar las opciones de adaptación de los trabajadores ante estos cambios hace falta potenciar la educación y la formación continua.
Además, se comprometieron a promover las «oportunidades de trabajo decentes» durante la transición que está experimentando el mundo laboral.
La cumbre del G-20, durante la que hubo fuertes movilizaciones callejeras que derivaron en graves enfrentamientos con la policía, arrancó el viernes pasado con una discusión sobre terrorismo a la que fue invitado el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en cuya iniciativa el comunicado final hace referencia a las víctimas del terrorismo.
El jefe del Ejecutivo español también fue el encargado de introducir el debate sobre la inmigración e informar del modelo español de lucha contra la inmigración ilegal, algunas de cuyas claves inspiran el comunicado.
La cita del G-20 en Hamburgo fue, asimismo, el escenario del primer encuentro entre Donald Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, encuentro con «mucha química» que se saldó con una tregua en el suroeste de Siria, que dará comienzo hoy mismo en el país golpeado de Oriente Próximo. Este acuerdo ruso-americano fue visto por los expertos como un acercamiento de ambos en el conflicto sirio.
Alemania cede ahora la presidencia de turno del G-20 a Argentina. Mauricio Macri ya ha adelantado que sus prioridades será la educación como herramienta para combatir la desigualdad y en el fomento del empleo.
EL MUNDO – 09/07/17