El año de Podemos

ANTONIO ELORZA, EL CORREO – 30/12/14

Antonio Elorza
Antonio Elorza

· El populismo es inherente al nuevo partido, en la medida en que pretende atender todas las demandas sin tener en cuenta las posibilidades reales.

En su entrevista con Pedro Sánchez sobre el fondo de la mesa familiar catalana, Jordi Évole fue menos complaciente que en su anterior diálogo con Pablo Iglesias. Sembró el diálogo de pequeñas zancadillas, de las cuales el líder socialista intentó salvarse como pudo. Una de ellas fue el intento de Évole por arrancarle un compromiso de debate con su competidor, organizado por él, y Sánchez logró escaparse remitiendo a su celebración antes de las elecciones generales. Otra ofrecía menos salidas. Se trataba del reproche de eludir inicialmente el nombre de Iglesias en sus críticas a Podemos, acudiendo a la calificación peyorativa de ‘populismo’. Sánchez se excusó por ello.

Sin embargo, nada conviene mejor a la calificación de Podemos que la de movimiento populista. No es el único rasgo que vale la pena retener. Mientras sigan sacando del cajón la alternativa de un poder constituyente frente a la ‘oligárquica’ ley fundamental de 1978, sobre el telón de fondo de las descalificaciones primarias – que no críticas– al capitalismo, se mantiene la pertinencia de aludir a su carácter antisistémico. Más aún cuando insisten en su maravillosa intención de reinventar la democracia, eco de sus desestimaciones pronunciadas contra la democracia representativa en nombre de «la democracia del siglo XXI», y de las profesiones de fe chavistas, ahora ocultas pero en ningún momento desmentidas. Curiosamente, esa sombra radical no impide la pretensión de actuar como un partido atrapalotodo, cuya clientela no es de clases sino de «la gente decente», dispuesto a capitalizar el descontento generalizado de los españoles, tanto en el orden económico como en el político.

Recuerdo a Juan Carlos Monedero en la Puerta del Sol madrileña, en los días de su ocupación en mayo de 2011, entregado a la tarea de llevar el ascua de los indignados a su sardina. Entonces no lo logró, pero ahora sí cabe decir que Podemos ha sido capaz de recoger el fruto de aquel movimiento ante la opinión, y de crear sobre ello una ilusión colectiva, lo que no es poco. Una minoría activa, de alta cohesión interna gracias a su gestación en ‘contrapoder’ de Políticas en la Complutense, apoyada desde el exterior y atenta a la tecnológía la comunicación, estaba dispuesta a intentar el «asalto al poder» de que luego habló Iglesias. Según una fórmula clásica, gracias a las europeas, ha sabido estar en el lugar y en el momento oportunos

La opción organizativa elegida es lo menos atractivo, yo diría que lo más siniestro de Podemos. Tal vez es también lo más eficaz. Al mismo tiempo que Iglesias anunciaba una forma superior de democracia en el proceso constituyente, nos hemos topado con un hombre que cuida su atuendo hasta el ‘piercing’ (suprimido) y entregado a ejercer sobre el partido una dictadura personal, con el apoyo de un pequeño grupo dirigente formado en los días de ‘contrapoder’ y de unos ‘técnicos’, sobre una masa de adeptos. Ningún espacio para la disidencia, en un esquema piramidal que por el recurso fundamental a la red como instrumento, cabría calificar de ‘centralismo cibercrático’, más sólido aun que el ‘democrático’ de Lenin.

Con su rígida dirección del Movimiento 5 Estrellas, el tándem Beppe Grillo-Casaleggio proporcionó el molde orgánico fundado en la red, aquí endurecido por la subalternidad de los círculos respecto de la dirección. Es un ‘movilizate a mi servicio, que yo seguiré montando el espectáculo hasta alcanzar mi poder personal’. De cara a la opinión, junto al hartazgo de la misma frente a la política vigente, cuentan también las expectativas puestas en el relevo generacional, la imagen de juventud enfrentada a la gerontocracia poco atractiva de los Rajoy o Rubalcaba; un relevo auspiciado además por los estratos generacionales y profesionales que mayor sensibilidad muestran ante la crisis de legitimidad del sistema. A partir de aquí lo que importa a nuestros regeneradores es, pura y simplemente, vender su producto político, atendiendo a la demanda de una base social ‘indignada’, y que sobre todo el PSOE se está mostrando incapaz de satisfacer.

‘Populismo’ es algo que el análisis político puede perfectamente detectar, sin que suponga un dicterio, ni ofrezca ambigüedad alguna. Supone que una organización o un movimiento político fija sus objetivos de cara a una colectividad, de un ‘pueblo’ (aquí de una ‘gente’) con el único propósito de maximizar el apoyo alcanzado en el destinatario, sin atender a los recursos disponibles ni a los límites de su propia acción. El populismo puede ser también la dimensión transitoria de una política que no lo es por naturaleza. Tal fue el caso del PSOE en el tiempo de Zapatero. Por él sabemos que el populismo lleva en línea directa al desastre, siendo lo contrario de una política que atienda razonablemente a la justicia social y al crecimiento económico.

El populismo es inherente a Podemos, en la medida que pretende dar solución a todos los problemas, atender a todas las demandas, sin tener en cuenta las posibilidades y los condicionamientos reales. Lo hemos visto en la oferta para Cataluña. Iglesias quiere que Cataluña permanezca en España, pero por encima de todo es fiel al ‘derecho de decidir’ (término que por amplio y confuso prefiere al correcto de ‘autodeterminación’), y en cualquier caso elude plantear adónde lleva su camino. Eso sí, a falta de análisis se lanza a la denuncia de «los insultos de la casta española contra Cataluña», culpables de todo. Bendita ‘casta’ que sirve para todo. Dem agogia pura. Puesto a llevar al extremo la confusión, Iglesias nos dice que España es «un país de países». Así se escapa de la nación, ofrece su artículo a todos, se inclina reverencialmente ante los independentistas, y a fin de cuentas no propone nada. Desde tal confusión deliberada, y por la suma de errores ajenos, aspira a gobernar España al finalizar este ‘annus horribilis’.

ANTONIO ELORZA, EL CORREO – 30/12/14