Albert Vilalta y Roque Pascual han pisado suelo español, con una visible felicidad dibujada en sus rostros, tras el aterrizaje del Falcon de la Fuerza Aérea Española a la 1:17 horas de la madrugada en el aeropuerto barcelonés. Después de nueve meses en manos de Al Qaeda, el secuestro más largo de la historia del Sahel, los dos cooperantes de la ONG Barcelona Acció Solidaria han podido abrazar como nunca a sus padres e hijos a pie de pista.
Todos ellos, junto a otros familiares, y a su compañera, Alicia Gámez, liberada el pasado mes de marzo tras 101 días de cautiverio, han podido compartir, en una dependencia de la T2 del Aeropuerto de El Prat de Llobregat, momentos muy emotivos.
Vilalta, que ha sido el primero en intervenir, ha afirmado que «es un día personalmente importantísimo para nosotros, para Roque y para mí, porque hemos estado nueve meses en un secuestro muy duro y ya tenemos la libertad. Estoy muy contento y emocionado».
Por su parte, Roque Pascual ha descrito el proceso de liberación como «largo y muy complicado» y ha insistido en el agradecimiento al Gobierno y en el trato de los raptores, que les trataron «correctamente pese a las carencias en que viven, que son grandes». Después, ha pedido, bromeando, unos días de descanso, solo, y con la familia, «y ya hablaremos».
«Intentaré devolveros el disgusto tan grande que os he producido, durante el resto de mi vida», ha dicho a su familia, momento en que Vilalta se ha emocionado. «He perdido 22 kilos», ha señalado Pascual a sus allegados tras atender a los medios.
Los dos cooperantes han sido recibidos y acompañados, ante los medios de comunicación, pasadas las dos y media de la madrugada, por el presidente de la Generalitat, José Montilla; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, junto con la secretaria de estado de cooperación internacional, Soraya Rodríguez –que ha estado con los dos cooperantes durante todo el vuelo de regreso a casa-.
Albert Vilalta, que caminaba con la ayuda de una muleta en su lado derecho, no ha podido ocultar la emoción sonriendo y levantando los brazos, en señal de alegría, ante el centenar de asistentes que no han dejado de aplaudir.
A su lado, Roque Pascual, con un aspecto menos cansado que su compañero, tampoco ha podido esconder el agrado del momento. A petición de las familias, no se ha permitido grabar el aterrizaje del avión en el que viajan, el descenso de la aeronave ni el primer encuentro de Vilalta y Pascual con otros conocidos, aunque ambos han realizado un pequeño discurso a los asistentes, entre una gran expectación mediática.
Los dos cooperantes han agradecido el esfuerzo diplomático del gobierno español en los países de la zona para liberarlos así como el apoyo de la sociedad catalana y española, que con sus movilizaciones y concentraciones, les ayudaron a aguantar «un secuestro tan salvaje», ha sentenciado Vilalta.
Ambos han asegurado que los secuestradores los han tratado correctamente «dentro de las carencias con las que vive esta gente, que son muchas», ha señalado Roque Pascual, que ha sido muy breve en su intervención. Albert Vilalta ha acabado su discurso diciendo que este secuestro «le ha arrancado nueve meses de su vida y que ha sido muy duro el no tener la familia, los padres y todo el entorno».
El presidente catalán, José Montilla, en su parlamento, ha señalado que «es una buena noticia y un momento de felicidad» para todos.
Asimismo, más de sesenta miembros de la ONG, vestidos con las armillas que utilizan en sus misiones de cooperación en África, han desplegado una pancarta dándoles la bienvenida tras cinco horas de espera en la T2 del aeropuerto. El portavoz de la entidad, Josep Ramón Giménez, ha asegurado que con la llegada de los dos cooperantes «se ha acabado la Caravana Solidaria 2009».
‘Estamos felices, es un gran día para nosotros’
El avión de la Fuerza Aérea Española con los cooperantes españoles, liberados tras casi nueve meses de secuestro por la facción terrorista, despegó a las 21:30 hora peninsular española (19:30 GMT y local) del aeropuerto de Uagadugú con destino a España.
«Estamos felices, es un gran día para nosotros», declaró Vilalta ante los periodistas después de aterrizar en la capital de Burkina Faso. Los ex secuestrados abandonaron Uagadugú tras reunirse con el presidente del país centroafricano, Blaise Compaoré.
Los dos cooperantes estuvieron en el palacio presidencial acompañados del asesor del presidente burquinés, Mustafa Uld Limam Chafi, que ha supervisado su liberación y que viajó con ellos en helicóptero desde Mali, donde el AQMI los mantenía cautivos.
Vilalta y Pascual fueron secuestrados junto con Alicia Gámez el 29 de noviembre del 2009 en la carretera que une Nuadibú (norte de Mauritania) con Nuakchot, cuando viajaban en la caravana humanitaria de la ONG Barcelona Acció Solidaria. Gámez fue liberada el pasado marzo. «Mi felicidad será completa cuando regresen Albert y Roque». Hoy ha sido ese día.
EL MUNDO, 24/8/2010