EL MUNDO 17/07/13
La Audiencia Nacional ha acordado conceder por primera vez un permiso de salida de tres días al etarra arrepentido José Luis Urrusolo Sistiaga, un histórico de la banda y uno de los terroristas con un historial más sangriento.
El ex miembro del comando Madrid, hoy arrepentido, podrá disfrutar de tres días fuera de prisión, a los que previsiblemente seguirán nuevos permisos. Según indicaron fuentes de la Audiencia, la Sección Primera de lo Penal, presidida por Fernando Grande-Marlaska, ha decidido estimar el recurso del interno contra la negativa del juez central de Vigilancia Penitenciaria a que saliera de la cárcel. La decisión, a la que la Fiscalía de la Audiencia Nacional también se había opuesto, será notificada en breve.
Urrusolo está en prisión por una larga lista de delitos que incluye cinco asesinatos y dos secuestros, entre ellos el de Emiliano Revilla. El etarra, detenido en 1997 en Francia, cumple condenas que suman 497 años de prisión. Fue precisamente la gravedad de sus delitos lo que llevó al juez de vigilancia, José Luis de Castro, a denegar los permisos.
Los magistrados sostienen que Urrusolo ha cumplido los requisitos que están llevando a etarras arrepentidos vinculados a la vía Nanclares a obtener permisos de salida o incluso excarcelaciones definitivas: ha abandonado la disciplina de ETA, ha repudiado el terrorismo, ha pedido perdón a las víctimas y ha comenzado a pagar las indemnizaciones a las que fue condenado. La condición que, no obstante, Urrusolo no cumple –como tampoco la han cumplido el resto de los terroristas que han logrado permisos o el tercer grado– es la obligación de colaborar con la justicia para el esclarecimiento de los crímenes en los que él u otros compañeros se vieron involucrados.
Este permiso de tres días se produce poco después de que Urrusolo y el también arrepentido Rafael Caride Simón –otro asesino perteneciente al sangriento comando Barcelona– hicieran pública una carta en la que criticaban «la utilización de los presos por parte de la izquierda abertzale». El pasado 5 de julio, la carta fue filtrada a un grupo de comunicación. En ella, argumentaban que los dirigentes de la izquierda abertzale se han plegado a las exigencias del sector más duro de ETA y sostenían que los llamados muros populares en defensa de los presos sólo sirven como «experiencias intensas de solidaridad para los que siguen viviendo en casa» y «frustración», porque los presos «podrían salir a la calle, pero no se lo plantean porque los comisarios políticos que controlan el Colectivo mantienen bloqueadas esas posibilidades».
Hace escasas semanas, el mismo tribunal permitió también la salida de prisión de Valentín Lasarte, el asesino, entre otros, de Gregorio Ordóñez y de Fernando Múgica. También la concesión del permiso, denegada en principio por el juez de vigilancia, contaba con la oposición del Ministerio Público. Para evitar futuros impedimentos, Lasarte también escribió en las mismas fechas una carta pidiendo perdón a los guardias del cuartel donde va a firmar en sus permisos de salida. El caso de Lasarte provocó la ira de las asociaciones de víctimas.
Las decisiones de Lasarte y Urrusolo suponen una reactivación por parte del Gobierno de la llamada vía Nanclares que pretende romper el frente de ETA en prisión.