El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha concedido un primer permiso penitenciario «extraordinario» al que fuera jefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, para visitar a su padre. El juez entiende, tras analizar informes médicos solicitados por la Fiscalía, que existe una evidente «dificultad de movilidad» de su padre, por su avanzada edad, para poder acudir a la prisión y visitarle.
La decisión judicial se produce tras la negativa a este permiso por parte del Ministerio del Interior ante la petición de uno de los mayores asesinos de ETA. La junta de tratamiento de la cárcel ya se posicionó también en contra de la excarcelación de este terrorista.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha decido no recurrir la decisión del juez de vigilancia penitenciaria al entender que concurren las circunstancias para que este preso pueda salir durante unas horas para visitar a su padre.
El Ministerio Público, antes de posicionarse, requirió un informe al Instituto de Medicina Legal para conocer el estado de salud del padre de Txapote y certificar que, efectivamente, sus condiciones físicas le hacían ya inviable poder desplazarse al centro para visitar a su hijo.
Esta decisión penitenciaria se ha producido en vísperas de que llegue la fecha –el próximo 8 de abril– anunciada por los intermediarios para que ETA haga efectiva su entrega de armas.
El informe del Instituto de Medicina Legal acredita que el padre de García Gaztelu ha sufrido varios ictus y padece degeneración neuronal. Para el Ministerio Público, es clave también que el interno salga escoltado de la cárcel. Recuerdan que el permiso contempla una visita de apenas unas horas. «Saldrá, llegará escoltado, estará unas horas con su padre y volverá escoltado», aclaran desde la Fiscalía.
Txapote fue detenido en Francia en 2001 y ha sido condenado, entre otros, por los asesinatos de Miguel Ángel Blanco; Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez Elorza; Fernando Múgica; Gregorio Ordóñez; José Luis López de Lacalle, y dos guardias civiles. En total, el que fuera jefe militar de ETA entre 1996 y 2001 y miembro del comando Donosti, nacido en Galdácano (Vizcaya) en 1966, acumula penas que superan los 450 años de prisión.
El juez de Vigilancia Penitenciaria aclara en el auto que esta salida de prisión sería por el tiempo imprescindible y bajo control policial. Castro, en un auto al que tuvo acceso la agencia Efe, permite –en contra del criterio de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Huelva en la que cumple condena– que salga durante «el tiempo imprescindible» para visitar a su padre, bajo custodia policial y con las medidas de prevención necesarias.
El mismo juez había rechazado este permiso en un auto dictado el pasado 3 de enero, pero ahora ha estimado el recurso de reforma presentado por Txapote y le permitirá la visita a su padre. Lo hace tras recibir un informe del Instituto de Medicina Legal. Aplica para ello el artículo 155 del Reglamento Penitenciario, que establece que en caso de fallecimiento o enfermedad grave de los padres, cónyuge, hijos, hermanos y otras personas íntimamente vinculadas con los internos, se concederán, «con las medidas de seguridad adecuadas», permisos de salida extraordinarios «salvo que concurran circunstancias extraordinarias que lo impidan».
Cuando se trate de internos clasificados en primer grado, como es el caso de García Gaztelu, se requiere la autorización expresa del juez de Vigilancia Penitenciaria, como ha ocurrido.