LA TRIBUNA DEL PAIS VASCO – 21/04/17
· El Ayuntamiento de Vitoria (PNV) subvenciona un libro que apela a utilizar el velo islámico y la moda identitaria como “armas de protesta y resistencia”.
El Comité de Apoyo a los Refugiados CEAR-Euskadi considera con alarma que hay indicios que apuntan a que el velo islámico acabará siendo una prenda de moda «al ser incorporada por la industria, como ha ocurrido con otras vestimentas propias de tribus urbanas o movimientos sociales de protesta».
Así lo pone de manifiesto en un libro que acaba de publicar, con el patrocinio del Ayuntamiento de Vitoria (PNV), y en el que bajo el título genérico de “Vestimentes” se analiza la evolución cultural de modas como la estética rapera, las ropas de camuflaje militar, los pañuelos palestinos y el velo islámico.
El trabajo desarrollado por el Comité de Apoyo a los Refugiados CEAR-Euskadi ofrece un análisis en el que se explica que al expandirse el uso de atuendos propios, “éstos pueden suponer un problema para la homogeneidad y estabilidad del sistema”, por lo que “son absorbidos por la industria de la moda para trivializarlos, cosificarlos y usurpar su significado”.
Y esto, al parecer, precupa mucho a CEAR-Euskadi que recibe continuas subvenciones de las principales instituciones vascas y que, al parecer, considera como algo negativo el hecho de que “las prendas reivindicativas, que en un principio son permitidas como expresiones inofensivas de descontento individual o social, si con el tiempo crecen en popularidad pasan a ser engullidas por el ‘mercado de la moda’. Es decir, los atuendos, camisetas, bandanas, pañuelos… que simbolizan la crítica ácida al sistema o la oposición a él son inicialmente permitidos como símbolos inofensivos de identidades minoritarias.
Pero si su expansión y visibilidad social aumentan peligrosamente, el sistema los convierte en meros accesorios de moda, los trivializa, los cosifica, les usurpa su significado irreverente, dejando así a sus ‘ovejas negras’, como decíamos antes, sin sus señas distintivas de identidad. En resumidas cuentas, el sistema primero nos permite vivir en un espejismo de ‘libertad’, dejándonos vestir como queramos; pero luego engulle nuestras vestimentas y las vacía de significado si percibe que pueden ser peligrosas para su estabilidad”.
En opinión del CEAR, objetos de moda como el velo islámico son respiraderos desde los que “podemos hacer valer nuestra protesta”. Y, por este motivo, el libro editado por esta organización “interpela y, a la vez, desea transmitir que otro mundo es posible, que nuestras vestimentas son nuestras armas”.
Un mundo que, al parecer, los tecnócratas sociales de CEAR tratan de alcanzar «sin dejar de seguir explorando nuevos espacios de maniobrabilidad sobre los que volcar más imágenes, más palabras, más discursos oposicionales, hasta que definitivamente la transformación social se materialice y el asimilacionismo que caracteriza a esta sociedad sea solo una negra mancha en la historia evolución humana y cultural”.