ABC 08/09/16
JAIME GONZÁLEZ
· Rico, rico
Con la sutileza que le caracteriza, Pablo Iglesias escribió en agosto de 2012 el siguiente tuit: «25 por ciento de paro y Amancio Ortega, tercero en el ranking mundial de ricos. Democracia. ¿Dónde? Terrorismo. ¿Quién?».
El argumento del secretario general de Podemos se basaba en un zafio silogismo: la calidad democrática es inversamente proporcional a la existencia de ricos, hasta el punto de convertir al dueño de Inditex en la prueba del nueve de un sistema oprobioso en el que solo se puede hacer fortuna practicando el terror. Salvando las distancias, si aplicáramos a Pablo Iglesias su propia medicina, en septiembre de 2016 cabría escribir: «20 por ciento de paro y Pablo Iglesias, el líder político con mayores ingresos el pasado año. Democracia. ¿Dónde? Terrorismo. ¿Quién?».
En solo tres ejercicios, el secretario general de Podemos ha pasado de ingresar 69.604 euros en 2013 a 119.709 en 2015, un incremento del 70 por ciento que demostraría, según su argumento, que pocos españoles como él han contribuido tanto –en términos porcentuales– a denigrar la calidad de nuestro sistema democrático. En consecuencia, se podría afirmar que la cuenta corriente de Pablo Iglesias se ha hecho grande a costa de ampliar la brecha entre ricos y pobres. Se podría si nos pusiéramos al nivel de Pablo Iglesias, pero como eso sería caer muy bajo convendría tener altura de miras y no dejarse llevar por su inquina. Celebro que el líder de Podemos se encuentre entre el 1 por ciento de españoles que más ingresos declararon el año pasado. Con pan se los coma. Si hablamos de pecados capitales, me pueden más la ira y la gula que la envidia, aunque reconozco que lo que peor llevo es la hipocresía.
Me gustaría terminar con un dato: según el CIS, el partido preferido por los españoles que declaran rentas de más de 1.800 euros mensuales es Podemos. Entre las rentas inferiores a 1.800 euros, los dos partidos que obtienen más apoyos son, por este orden, PSOE y PP. Según el zafio silogismo de Iglesias está claro quién representa un peligro para la democracia.