María Blanco-El Español
Esta semana tiene lugar el Foro Económico Mundial de Davos. Se trata de una reunión de la gente que más pinta en el ámbito mundial. Si no estás, no existes. Porque en esa macro reunión es en la que se fijan los temas más relevantes de la agenda mundial. En otras palabras: se dan las claves, los mantras que van a ser tendencia, los trending topics de la política mundial.
Me parecía necesario dar una vuelta por la página y echar una ojeada a cuáles son los riesgos globales que más importancia tienen para esta organización. Para mi sorpresa, el Informe sobre Riesgos Globales de 2021 comienza con un recordatorio. En el mismo Informe del año 2006, se advertía acerca del riesgo de una pandemia y de otros riesgos para la salud.
Ese informe advertía que «una gripe letal, su propagación facilitada por los viaje mundiales y sin límites, y debido a mecanismos de alerta insuficientes, presentaría una amenaza aguda». Increíble. Pero, al parecer, además, se detallaba que el impacto afectaría a los viajes, el turismo y otros servicios e industrias, así como a la fabricación y suministro de cadenas minoristas, a corto plazo. Y a más largo plazo, el comercio mundial, la inversión y la demanda de consumo podrían verse deteriorados.
Si no estás en Davos, no existes. Allí se fijan los ‘trending topics’ de la política mundial
En sucesivos años, se abordó la cuestión del papel amplificador que el exceso de información, o infodemia, podría tener ante una catástrofe mundial. Y, por supuesto, se dedicó un número a la crisis del ébola en el año 2016, y sobre los sistemas de salud en el 2019. Así que, después de esa introducción, tal vez sea relevante prestar atención a los riesgos potenciales detectados por el Informe de este año.
Hay que tener en cuenta de que se trata de los resultados de una encuesta global y que, aunque los autores confían en las fuentes, advierten, al principio del informe, que no hay una verificación independiente de la información aportada. No obstante, las conclusiones son jugosas y merecen un momento de reflexión.
A largo plazo, los riesgos potenciales más preocupantes para los 650 miembros del Foro Económico Mundial son las armas de destrucción masiva, el colapso del Estado y el colapso de la Seguridad Social.
A medio plazo, el foco de atención se desplaza de los temas geopolíticos a los económicos: un 53% considera que el principal riesgo es una burbuja financiera, al mismo porcentaje le preocupa una avería tecnológica global, y un 52% señala a la crisis de deuda.
Finalmente, los riesgos más inminentes apuntan, como no podía ser de otra manera, a las enfermedades infecciosas, a la crisis de subsistencia en el mundo, y en un lugar importante, el desencanto de la juventud y la erosión de la cohesión social.
Sinceramente, creo que el diagnóstico de los problemas es acertado pero desconfío de las medidas que se tomen para tratar de abordarlos. El propio informe apunta a varios factores que pueden colaborar a afrontar estos riesgos, tanto a nivel nacional como en el entorno global.
Algunos de ellos son la gestión del confinamiento, la toma de decisiones del Gobierno, el apoyo a los más vulnerables, la comunicación pública y la capacidad del sistema de salud. Todos ellos aspectos en los que nuestro país no solamente no destaca, sino que da pena.
Y, en medio de este debate, nuestro presidente sube al estrado para hablar del «nuevo pacto social». Me produce un bochorno difícil de superar. Imagino que en esas escalas de poder uno está inmunizado contra cualquier atisbo de autocrítica.
Nuestro presidente sube al estrado para hablar del ‘nuevo pacto social’. Me produce un bochorno difícil de superar
Tenemos un sector vulnerable como los autónomos a quienes el Gobierno, no solamente ha abandonado, sino que les ha pisoteado, subiéndoles la cuota en plena crisis de la pandemia. Eso no es exactamente apoyar a los vulnerables.
No es apoyar a los más vulnerables suprimir los colegios de educación especial en plena pandemia, dejando en la estacada a los más frágiles. Tampoco puede alardear el presidente Sánchez de una buena comunicación pública: puede mostrar las comunicaciones del máximo experto, riéndose o metiéndose un dedo en la nariz.
Puede también explicar en el Foro que el Ministro de Sanidad deja su puesto en plena campaña de vacunación, porque se incorpora como candidato a las elecciones catalanas, porque los intereses del partido van por delante.
No es ejemplar la toma de decisiones en un Gobierno de tira y afloja en el que se ceden puestos tan relevantes como la Comisión de Inteligencia al socio de Gobierno, por debajo de cuerda y aprovechando la parálisis parlamentaria de la pandemia; en un Gobierno que impone su autoridad a espaldas del Parlamento a golpe de decreto-ley vulnerando gravemente el Estado de derecho.
No es de recibo que España esté protagonizando un escándalo en el reparto del poder judicial. Y, finalmente, no sé cómo no se sonroja el presidente al hablar de un ‘nuevo pacto social’ cuando ha mentido a la cara de los españoles, y de los socios europeos, de manera descarada, en varias ocasiones. Y no ha pasado nada.
No sé cómo no se sonroja el presidente al hablar de un ‘nuevo pacto social’ cuando ha mentido a la cara de los españoles
Hay que estar muy cegado de narcisismo y muy rodeado de estómagos agradecidos para subir al estrado con la cabeza alta y sonriendo, interpretando una parodia, mientras en el país del que eres presidente, la economía se colapsa, el desempleo va a explotar en cuanto afloren los ERTEs, la inversión se evapora y la clase media, abrumada por impuestos, agotada tras un año de ser el juguete de unos y otros, no aguanta más.
Imagino que los informativos nos ofrecerán imágenes de las diferentes intervenciones y los periódicos se llenarán de hermosas palabras, de promesas esperanzadoras y de buenas intenciones. Nada de eso va a mejorar nuestra situación.
Solamente un Gobierno sometido a la necesaria rendición de cuentas que tuviera un mínimo sentido de la responsabilidad suficiente para estar al servicio de los ciudadanos, lo haría. No va a pasar. Queda esperar que los españoles aprendamos. Con dolor, pero de una vez por todas.