EL MUNDO – 29/06/16 – ALEX SALMOND
· Bajo los nubarrones perpetuos de Londres, hay un político que aún sonríe: Alex Salmond. El mazazo del Brexit ha dado alas al ex ministro principal de Escocia, que ha esperado apenas cinco días para lanzar el órdago. Habrá nuevo referéndum de independencia (o eso pretende) en dos años. La sensación de caos que se respira en la capital británica contrasta con la firmeza renovada de la líder independentista, Nicola Sturgeon, y el ahora diputado del Partido Nacional Escocés (SNP), dispuesto a volver a la escena internacional a sus 61 años.
Salmond buscará el apoyo de los gobiernos europeos a su nueva y audaz apuesta: romper con el Reino Unido para quedarse en la UE.
Pregunta.– Hasta Cameron reconoció en campaña que el Brexit podría provocar la ruptura del Reino Unido. ¿No se equivocaba?
Respuesta.– Lo dijeron ellos mismos, también John Major… El Brexit puede hacer efectivamente inevitable la independencia. Escocia ha votado a favor de la permanencia en la UE con una diferencia del 24%. En estas circunstancias, hemos estudiado cuáles son las opciones que tenemos para acatar la voluntad de los escoceses y proteger sus intereses. Y hemos llegado a la conclusión de que la manera más efectiva será convocando un nuevo referéndum de independencia.
P.– ¿Para cuándo?
R.– En un período de dos años o dos años y medio. En función de cuándo se active el Artículo 50 que marcaría oficialmente la apertura del proceso de ruptura.
P.– ¿Están de veras preparados los escoceses para un segundo referéndum de independencia al cabo de cuatro años?
R.– Creo que sí. Es más, las encuestas revelan que tras la votación del jueves, el apetito por la independencia ha ido en aumento. Mucha gente ha llegado a la conclusión de que si le dan elegir, se queda en la UE. Estoy convencido de que en este nuevo contexto, bastante más favorable que el teníamos en 2014, la independencia saldrá victoriosa. Se trata de votar por la independencia y al mismo tiempo por nuestra condición de ciudadanos europeos. No podemos arrebatar ese derecho a los más de cinco millones de escoceses, ni a los 200.000 inmigrantes europeos que viven en Escocia. Nuestras puertas estarán abiertas a los inmigrantes, incluidos los españoles, porque creemos en el principio de la libertad de movimientos. Eso permite también que nuestros expatriados puedan vivir en España.
P.– ¿Buscarán el apoyo de Gobiernos como el español para defender su permanencia en la UE? ¿No temen de nuevo un portazo?
R.– Estos días estamos recibiendo muestras de simpatía de muchos líderes europeos (de momento no hemos tenido comunicación del Gobierno español). Han entendido que el nuestro ha sido un voto solidaridad con Europa. Obviamente, estamos en un contexto muy distinto al que teníamos en 2014. Estamos pidiendo quedarnos y heredar la condición de miembro de la UE que ha tenido el Reino Unido. Son ellos los que quieren irse, y no nosotros. En el Reino Unido se dan hoy por hoy la mano cuatro naciones, y dos de ellas –Escocia e Irlanda del Norte– han votado por la permanencia. No pueden sacarnos de la UE contra nuestra voluntad. Sería democráticamente inaceptable.
P.– ¿No existiría el miedo a que estuvieran marcando el camino al independentismo en Cataluña?
R.– Cada país tiene una situación diferente. Y a no ser que España decidiera marcharse de la UE (algo bastante improbable), no veo la manera en que Cataluña pudiera seguir nuestro ejemplo.
P.– ¿Cree que los catalanes deberían votar en cualquier caso en un referéndum?
R.– Yo creo que es bueno que a la gente se le dé la oportunidad de decidir su propio futuro en las urnas. Es un derecho democrático.
P.– Pero usted criticó la convocatoria del referéndum de la UE.
R.– Critiqué personalmente a Cameron, porque no se convoca un referéndum si no tienes nada que ganar. Y menos si se defiende el statu quo como se ha hecho… La permanencia ha ganado en Escocia porque allí hemos hecho una campaña positiva. Creo que todo el mundo está de acuerdo en que el referéndum de Escocia sirvió para reactivar la democracia. En cambio, el de la UE ha reactivado nuestros más bajos instintos, con brotes de racismo como el póster antiinmigración de Nigel Farage.
P.– ¿Y qué me dice de Boris Johnson? ¿Se lo imagina como primer ministro?
R.– Creo que ni él mismo se imaginaba que esto iba a acabar así. Ya lo vemos: no tienen ningún plan. Su campaña se basó en una serie de mentiras. Y sigue mintiendo después… El lunes escribió que la libra había alcanzado la estabilidad. Horas después, alcanzó el nivel más bajo frente al dólar en los últimos 31 años. Se estima que en cinco días, con la depreciación de la libra, se ha evaporado el dinero equivalente a nuestra aportación al Reino Unido en 20 años… Contra ese desastre económico queremos proteger también a los escoceses. Queremos proteger nuestros puestos de trabajo y nuestros intereses.
P.– ¿Es cierto que están en conversaciones con el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, para explorar una solución conjunta?
R.– La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, está efectivamente en conversaciones con Picardo para buscar una salida y seguir en la Unión. En Gibraltar han tenido un respaldo aún más decisivo a la permanencia, y es lógico que estén buscando soluciones. Al ser un territorio de ultramar, su relación con Westminster es distinta a la nuestra, pero tenemos puntos de confluencia. Como los tenemos también con la ciudad de Londres. Estamos al habla con el acalde, Sadiq Khan, para ver si podemos hacer también presión juntos. Londres puede salir muy malparada del Brexit.
P.– Sturgeon insinuó esta misma semana la posibilidad de bloquear el Brexit desde el Parlamento de Escocia ¿Esa posibilidad es real?
R.– No creo. Se podría aprobar una moción negando el «consentimiento legal» a la salida de la UE, pero eso no equivaldría a un veto. Y en cualquier caso Westminster lo podría deshacer. A estas alturas, no creo que tenga sentido plantear un nuevo referéndum de la UE.
P.– ¿Qué ocurriría si otros países convocaran su referéndum?
R.– Soy consciente del efecto dominó que el Brexit puede tener. Por eso creo que la permanencia de Escocia podría tener un efecto contradominó que valoran mucho en Bruselas. Obviamente, la Unión Europea no es perfecta y se debe trabajar por mejorarla. Pero se puede hacer desde dentro y de forma constructiva.
EL MUNDO – 29/06/16 – ALEX SALMOND, Ex ministro principal y líder nacionalista