Un etarra condenado vetó a la prensa en Lizarza
EL CAN CERBERO era, en la mitología griega, un perro de tres cabezas y con una serpiente por cola que guardaba la puerta del Hades y se aseguraba de que los muertos no salieran de él y de que los vivos no entraran. Cumplía su misión con tanta diligencia que la palabra ha pasado al castellano como sinónimo de «guarda severo o de bruscos modales». Si Lizartza se ha convertido en un infierno para los demócratas, Bildu ha encontrado en Aimar Altuna el perfecto cancerbero. Altuna es un etarra condenado en Francia a cinco años de prisión por pertenencia a banda armada. Y es el mismo sujeto que el pasado sábado vetó a ELMUNDO y a otros medios su presencia en el Pleno de constitución del Ayuntamiento diciendo que era la «persona autorizada » para impedir el acceso. Es el mejor ejemplo del retorno al pasado que supone la llegada de Bildu a las instituciones. Ayer vivimos otro paso de esta peligrosa escalada: Bildu se hizo con la presidencia de las Juntas de Gipuzkoa al negarse el PNV a pactar con el PSE, con lo que con toda probabilidad conseguirá el puesto clave de diputado general de esa provincia.
Opinión, EL MUNDO, 14/6/11